sábado, 13 de julio de 2019

El Toro Por Sus Astas



He tenido la oportunidad cuando tenía unos seis años de edad de integrar un grupo de “niños exploradores” denominado Gral. Eugenio Garzón, nuestra consigna dada a “voz en  cuello” por todos los integrantes debidamente cuadrados al estilo militar era la siguiente: Dios, Patria, Hogar, Siempre Listos.

Desde entonces esta ha sido una consigna que ha estado presente en cada una de mis aptitudes aplicadas tanto en el estudio, como en el trabajo, una consecuencia natural y previsible desde entonces ha sido el haber desarrollado una muy marcada tendencia a asumir responsabilidades y ocupar los puestos de trabajo más exigentes en cuánto a dedicación como a sacrificio personal.

Hubieron muchas instancias en el transcurso de nuestras vidas durante las cuales nos hemos dado de bruces con nuestros propios límites y cuando todo presagiaba que nuestras fuerzas colapsaban ante tales exigencias, desde lo más recóndito de nuestro ser resonaban estas palabras recitadas al unísono en nuestros primeros años, “siempre listos”.

Todos los días debemos realizar algunas tareas, algunas nos gustarán más, otras mucho menos y habrán otras, o quizás muchas otras que francamente las quisiéramos evitar, la realidad se encarga de que demostrarnos de que no es posible “sacarle el cuerpo” a todo aquello que sabemos que dependen de nosotros su realización pues bien, amigo o amiga mía, hagámoslo con buen humor y entusiasmo.

El mundo, la sociedad que integramos nos necesita, pongámonos las pilas y comencemos a trabajar en todo lo que nos corresponde tomemos “el toro por sus astas” nada ni nadie podrá impedirlo, el por qué ya lo sabemos: “estamos siempre listos”


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