La necesidad de encontrar una respuesta afirmativa
a todas las inquietudes que nos solían inquietar nos llevó a solicitar la
opinión de nuestros profesores cada vez en que surgía la oportunidad,
generalmente durante las charlas informales que
periódicamente se organizaban con la presencia de destacados especialistas en
área educativa.
Recuerdo una de las respuestas más impactantes que
hemos recibido y de la cual todavía permanece en mi mente su invalorable
vigencia, la disertación de este especialista mencionado se refería a la
importancia de persistir en el esfuerzo y evitar la tentación de caer en una
diversidad de atajos que si bien podrían en determinadas circunstancias
ofrecernos resultados inmediatos, como conseguir un empleo remunerado , por
ejemplo, en realidad nos podrían llevar a dilatar, o lo más grave aún,
renunciar a la continuidad de los estudios, alegando falta de tiempo, el haber
contraído nuevos compromisos o algunas otras cosas por el estilo.
La respuesta en cuestión fue contundente y nos
dijo: “para lograr el éxito en cualquier objetivo que nos propongamos en la
vida, los atajos son una quimera, un espejismo como otros tantos que podamos
encontrar, nuestra realización estará siempre ligada a que podamos superar el
test más importante, el test de la cola contra la silla.”
Esto significaba, nada más y nada menos, que nada
podrá sustituir al esfuerzo de pasar largas horas sentados frente a nuestros
libros de estudio afirmando los nuevos conocimientos demandados por cualquier
especialización que tengamos por delante, debo aclarar que las palabras
utilizadas por el disertante fueron crudas y específicas, en lo personal
todavía conservo “cierto recato” en mis expresiones y algunas palabras
simplemente no las utilizo, lo que se dijo en aquella recordada oportunidad no
mencionaba precisamente “a la cola” sino otra expresión un tanto más vulgar,
que seguramente se podrá fácilmente imaginar.
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