martes, 2 de julio de 2019

La Confianza Convaleciente


Vivimos en el mundo de lo absurdo, y las noticias que sacuden a la llamada “opinión pública” nos remiten a que nos sintamos como si estuviésemos inmersos en medio de un gran caos donde todo puede ser y nada no concuerda con nada.

Como decimos lo absurdo se ha instalado en medio de los acontecimientos más trascendentes y nuestro “sentido de la justicia” parece que ha ingresado en un verdadero laberinto, que no solo confunde a nuestro malogrado ”sentido común”, sino que además, y esto es lo grave, nos despoja de toda certeza en medio del total descrédito de las instituciones.

Considero interesante que recordemos algunos viejos dichos populares que nos dicen, por ejemplo: “cuando el rio suena…” y vaya que suena este rio cuando vemos la cantidad de procesados por delitos de lavado de dinero, malversación, dinero cantante y sonante, en bolsos de mano, detenidos en un convento, monjas que arguyen de que “no saben lo que pasa” etc. etc.

Otro de estos dichos también sentencia: “a rio revuelto ganancia de pescadores” vale decir que en medio del caos que mencionamos, donde no podemos pasar por alto el contrabando y tráfico de efedrina, asesinatos, denuncias de implicados que han ocupado altos cargos en el gobierno y algunos otros puntos que mejor no ahondamos para no “entreverar más las cosas” nos está indicando la presencia de “pescadores” que han realizado, ¿y aún realizan? pingues ganancias a costas de la impunidad institucionalmente establecida.

Cuando vemos que alrededor de ciertas personas vinculadas a la política, personajes que han ocupado “cargos de particular confianza” desfilan por los estrados judiciales y algunos están “cómodamente instalados” en distintos centros de reclusión, las figuras centrales, incluyendo todo su entorno familiar, todos adultos, bien informados y gozando de buena salud, indiscutiblemente no se puede desconocer el alto grado de implicancia que les salpica.

Confiamos que para bien de quienes asumen la responsabilidad de la conducción de los asuntos públicos, las instituciones, la política, el poder judicial y por supuesto, todos nosotros que somos parte de “esta masa circundante” podamos encontrar el debido refugio moral que necesitamos y recuperar la confianza que seguramente debe estar convaleciente..


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