martes, 9 de julio de 2019

El Monstruo Casero


Aunque es un tipo de monstruo que no revista antecedentes como tampoco se dice nada de él en los registros de la mitología griega, lo que ya es mucho decir, lo cierto que creo que se ha ganado por mérito propio que los estudiosos de estos fenómenos entiendan de que ha llegado la hora de reconocer oficialmente las andanzas de uno de los peores flagelos de la época contemporánea.

Los profesionales que tienen a su cargo temas tan importantes como lo es sin duda “el ausentismo laboral” y la acumulación de certificados médicos que autorizan licencias por temas tales como: stress, lumbalgias, esguinces, han detectado que el consabido monstruo no actúa en soledad sino que se le ha detectado que suele presentarse acompañado de un entrañable compañero de andanzas, nos referimos al que responde por el curioso nombre de
“cinco minutos más”

En realidad no tiene mayor relevancia la época del año ni del estado de la temperatura ambiente, quien ha sido atrapado permanece “como adormilado” por alguna sustancia tóxica que le inhibe sus sentidos y llega a confundirle de tal manera de que la pobre víctima piensa de “que siempre tiene tiempo” o lo que suele ser mucho peor, que se convenza “de que todo puede esperar un ratito más”

Así las cosas se sabe que estos monstruos actúan en complicidad con las sábanas muy suaves, a veces delicadamente perfumadas, también conspiran la cantidad y peso de las mantas que el pobre sujeto tenga encima y también cuentan con la ayuda invalorable de relojes despertadores que suelen quedar bien callados con un simple manotazo o el golpe de alguna “chancleta” enarbolada al azar.

Se han detectado estos monstruos, nos referimos al instigador de todos estos males, los cuales son exhibidos con gran pompa y en la mayor impunidad en las principales empresas que se dedican a incentivar su venta en casas comerciales, grandes superficies, shoppings, etc. en la modalidad de una y dos plazas, generalmente acompañados de mullidos colchones sumamente cómodos y confortables.

Para evitar alguna demanda en mi contra y no ser acusado de provocar “alarma pública” no voy abundar en  más detalles aunque me consta que muchos ya han pasado por esta experiencia.



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