domingo, 9 de agosto de 2020

Comprender


Cuando vivimos una experiencia aparentemente desagradable, nos cuesta entender por qué pasó. Sin $embargo, siempre es posible comprender que todo sucede para algo mejor, para contribuir a tu bienestar. Sí, parece raro lo que planteo aquí, pero es que debemos empezar por identificar las diferencias entre entender y comprender.
No son sinónimos como muchos creen. La RAE define entender como “tener idea clara de las cosas”, mientras que de comprender dice “abrazar, ceñir o rodear por todas partes algo” y “encontrar justificados o naturales los actos o sentimientos de otro”. En palabras mucho más concretas, entender es un proceso mental y racional, en tanto que en la comprensión interviene el corazón, la emoción y el sentimiento.

Por ejemplo, supongamos que te acabas de divorciar cuando creías que todo estaba bien en tu relación. Puede que por ahora no entiendas el por qué, pero sí puedes comprender el para qué necesitabas vivir esta experiencia. Allí es cuando te das cuenta que fue para abrir la puerta hacia algo mejor para ti.

Veamos mejor la diferencia. Entender pertenece al campo racional, por lo que resulta siendo un plano superficial. Responde a la pregunta ¿por qué? y desde aquí, solo puedes ver las cosas de dos maneras: negro o blanco, malo o bueno. Por eso cuando nos quedamos en el entendimiento, es fácil que entres en el juego de criticar, juzgar y etiquetar situaciones y personas.

Comprender es ir mucho más profundo y conectarte con una creencia superior (el amor, la paz o incluso Dios, si crees en él) para tener un pensamiento más amplio. Responde a la pregunta ¿para qué? Así, al comprender se percibe el mundo de manera diferente para vivir las experiencias desde el amor infinito y aumentar tu perspectiva. La comprensión no admite juicios porque te da la certeza de que todo es perfecto y que no podría haber salido de otra manera.

A propósito de este tema del plebiscito que ha causado tanta polémica, ¿cómo podrías ver esta experiencia que vive Colombia? Independientemente de si eres partidario del sí o del no, puede que te cueste entender por qué los otros votaron de cierta manera. Lo cierto es que es mejor vivir esta experiencia desde la comprensión y el amor, comprendiendo el para qué de esta experiencia, con la convicción de que nos traerá un mayor beneficio.


Ahora bien, ¿por qué es tan importante no solo entender sino comprender? La respuesta es sencilla: la comprensión es la base de la aceptación. Si te quedas en el entendimiento, dejas que sea el ego quien hable y diga que tú eres el único que tiene la razón. Si vas más allá, hacia la comprensión, verás que los demás también tienen razón, aceptarás sus puntos de vista y sabrás que todo es perfecto, porque por algo sucede. 

¡Qué viva la diversidad de estructuras mentales que enriquecen tu vida!


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