A todos nos gusta pensar que somos de mente abierta, pero
¿qué significa exactamente?
Significa ser receptivo a nuevas ideas y diferentes
opiniones o puntos de vista. Desde luego que esto suena razonable, aunque el
problema aparece cuando hay demasiadas opiniones y damos crédito a todas.
Tener una mentalidad abierta implica estar en
disposición de escuchar las propuestas de los demás, incluso si van en contra
de nuestro criterio. Lo siguiente es valorar estas opiniones y decidir si
las consideramos acertadas y si podemos incorporar alguna a nuestra vida.
Las personas que no poseen apertura mental son poco o nada
flexibles y les asusta demasiado el cambio, pues tienen miedo a lo
desconocido. No tienen la habilidad para cambiar de opinión y aceptar las
ideas de otros. En otras palabras, como popularmente se dice, son muy
“cerrados”, o “estructurados”.
Si tenemos apertura mental ante todas las posibilidades, veremos
que la vida es mucho más de lo que creemos y que las oportunidades realmente
son abundantes en todos los sentidos.
Esto es lo que hacen diferente las personas con la
mente abierta.
1. Se ponen a prueba
No es que les sea fácil, pero han encontrado los enormes
beneficios de salir de su “zona segura”. Han visto que el mundo tiene muchos
más colores y matices que las personas que se cierran a ver más allá de su zona
de confort. Tienden a tener mejor perspectiva sobre las
cosas, son más tolerantes y se sienten felices con todos los aprendizajes que les
trae el ponerse a prueba.
2. Se cuestionan las cosas un poco más
¿Quién dijo que hay que aceptar las cosas tal como te
las presentan? Si algo confunde o no encaja a las personas abiertas de
mente, no dudan en cuestionarlo. Pero no lo hacen para buscar pelear o
ganar a otro en un argumento, lo hacen para nutrirse de nuevas
perspectivas y porque han conocido el valor de tener un pensamiento
crítico y constructivo.
3. Piensan más allá de lo que tienen delante de ellos
Todos somos uno.
Han comprendido que todo está conectado, que las cosas
naturalmente cambian y que tienen el poder de anticipar y pensar en el futuro,
lo que les ayuda enormemente. Están dispuestas a aceptar el cambio y llevarse
lo mejor que puedan de ellos.
4. No tienen miedo a equivocarse
No se puede arrestar una idea.
Las personas abiertas de mente conocen el valor de
arriesgar de vez en cuando. Saben que cuando uno se pone demasiado
auto-exigente o tiene demasiado miedo a cometer errores nunca hace nada. Por lo
general son personas curiosas que quieren que las cosas sucedan en
sus vidas, por lo que se arriesgan a vivirla.
5. Permiten que otras personas les sirvan de inspiración
La apertura mental está muy relacionada con la humildad,
pues quien cree saberlo todo nunca podrá aprender de los demás y no será capaz
de replantearse o cuestionar sus ideas o creencias. Las personas abiertas de
mente se nutren de las experiencias de los demás y saben encontrar una
enseñanza distinta en cada historia.
En resumen, las personas de mente abierta tienen más
posibilidades de alcanzar todo su potencial en la vida porque se arriesgan,
se atreven, exploran, no se quedan con la opción más fácil. Las personas
con apertura mental son buscadores incansables, inconformistas en el buen
sentido de la palabra y siempre están dispuestos a aprender de todos y de
todo.
Son respetuosos con los demás y están abiertos al
cambio y al crecimiento personal. No se aferran a sus creencias y son
capaces de incorporar nuevas ideas a sus vidas y botar ideas viejas cuando
ya no les hacen sentido.
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