Todos hemos crecido en ambientes diferentes y, de forma
inconsciente, estamos sometidos, constantemente, a información que nos hace
enfocarnos en el lado “destructivo” de la vida. Y, como es lo que más
recibimos, vemos que
nuestras conversaciones con las personas se vuelven un campo fértil para hablar de los demás,
quejarnos, sentir pesar, citar tragedias, en fin, de hablar de
cosas que no podemos transformar. Y eso efectivamente
influencia nuestro humor y nuestra energía.
Es nuestra decisión escoger con lo que queremos conectarnos.
Entre más personas conscientes de su propia vida y dispuestas a
colaborar con lo mejor de sí, tenemos mejores resultados remodelando el mundo
en que vivimos, construyendo todos los días con más asertividad e innovando
para transformar lo que sea necesario.
Para esto vamos a seguir estos 4 pasos diariamente hasta
integrarlos a nuestros hábitos:
Encontrar, por lo menos una vez al día, un lugar en el que
admiremos todo lo que percibimos con nuestros sentidos, y nos sintamos
tranquilos, y pensemos en todo lo constructivo que hemos vivido y cómo
podemos integrarlo a nuestra vida, a nuestros proyectos.
Buscar fuentes de información constructiva para
remplazar la información destructiva. Puede ser a través de internet,
televisión, personas con las que interactuamos, etc. Por ejemplo, en vez
de investigar sobre lo que le hace mal al cuerpo, buscar sobre lo que le hace
bien.
Observar los pensamientos que surgen durante el día. Si
generan preocupación, ansiedad o cualquier sensación destructiva vamos a buscar
motivos constructivos personales para re significarlos. Por ejemplo,
pienso que necesito dinero para pagar una cuenta, veo que puedo organizar una
rifa, hacer un trabajo extra o vender algo que no me sirve y me doy cuenta de
que puedo conseguir el dinero, entonces enfoco mis pensamientos en la acción
que voy a tomar para conseguir la cantidad necesaria, puede ser que hasta
consiga más.
Enfocar los pensamientos en nosotros mismos, y en los
proyectos en los que estamos involucrados, pues es donde podemos efectivamente
asumir la responsabilidad de la transformación.
¿Para qué pensar en los
motivos de otras personas, que son responsabilidad de ellas, si puedo estar
usando ese tiempo para expandir mi consciencia y mejorarme? Pensemos en eso.
Elijo conectarme con lo que me ayuda a mejorarme para
construir un mundo mejor con todos y todo a mí alrededor.
Compartamos este método fácil con las personas que quieran
recuperar su energía y sentirse animadas.
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