¿Recuerdas la de veces que has ido con la convicción de establecer
tus límites pero en el último momento te has echado atrás?
¿Y aquellas ocasiones en las que has marcado bien los límites pero
luego te has quedado con un sentimiento de culpabilidad?
Muchas, ¿verdad?
Y es que nadie nos enseñó cuál es equilibrio perfecto para
relacionarnos, sin invadirnos los unos a los otros, manteniendo en todo momento
el respeto mientras ganamos en confianza y cercanía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario