Si no piensas antes de hablar lo más probable es que pierdas
buenas oportunidades para conocer, apreciar y poderte comunicar verdaderamente.
¡Qué fácil es echar leña al fuego, hablar por hablar y decir cosas sin pensar!
Las palabras son herramientas importantes que pueden
construir y fortalecer relaciones o bien, pueden destruir hasta los lazos más
íntimos. Comentarios que en un momento parecen ser insignificantes e
inofensivos pueden tener un gran impacto. Hay ocasiones que uno habla sin darse
cuenta que se está provocando un desacuerdo, otras veces, uno proyecta sus
propios sentimientos que no tiene nada que ver con lo que sucede y sin querer,
se termina estropeando relaciones personales.
“La energía, las palabras y las
emociones son contagiosas para bien y para mal, ten mucho cuidado”
Un comentario insignificante, una sugerencia sin conocimiento
previo de la situación o circunstancia o hasta una recomendación sin
fundamentos puede ser el detonador que lastime para siempre las relaciones de
cualquier persona, sobre todo si esta no considera primero el valor de sus
palabras y la influencia que pueden tener.
Existen ocasiones que las personas tienen una agenda
particular, por la que dicen las palabras que dicen, y a pesar de que pareciera
que están verdaderamente preocupados por el individuo o la situación, en
realidad solo están buscando las mensajes que comprueben sus prejuicios o
presentimientos.
En otros casos, son los intereses personales o económicos
podrían confundir a la persona y tristemente llevaran a ocasionar rupturas
familiares e íntimas.
Los comentarios al aire y sin pensar o premeditados y con
deseo de lastimar o sacar provecho… son muy dañinos hay que estar consciente de
esto y no hablar por hablar.
La responsabilidad y la conciencia del valor de la
palabra son muy importantes. NO lo olvides.
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