Filosofía
La Verdad “Única” Y Verdadera
La distinción más sustancial entre los sofistas y Sócrates está
constituida por la visión que tienen de la tarea del filósofo y el maestro:
para los sofistas es una actividad profesional utilitaria; para Sócrates es una
misión sagrada e imperativo categórico. Sócrates encarna el concepto de la
filosofía como misión religiosa y camino de purificación ya sostenido por los
pitagóricos y por Parménides, pero acentuando aún más la obligación moral que
incumbe al filósofo.
Esta purificación del alma está vinculada a la práctica cotidiana del
examen de conciencia, que es un ejercicio continuo de conocimiento de sí mismo
(el discurso sagrado pitagórico incitaba a sentir vergüenza ante sí mismo más
que ante cualquier otra persona). Esto se resume en la frase “conócete a ti
mismo”. Por eso, “la vida sin examen es indigna del hombre”, en tanto que el
conocimiento de sí mismo constituye la esencia misma de la sabiduría y de la
virtud.
“Conócete a ti mismo” significa: adquiere conciencia de tu fin y de tus
faltas reales; la primera de estas, la que impide toda enmienda espiritual, es
la creencia de no tener faltas.
Saber que no se sabe, ese es el primer resultado del examen, y es la
primera sabiduría verdadera: la conciencia de la ignorancia.
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