Economía solidaria: la definición de un futuro más justo
Los conceptos relacionados con la economía
pueden ser algo complejos y difíciles de entender para las personas
profanas en la materia. Pero no te preocupes por eso, ¡hoy no vamos a hablar de
nada que no forme parte de nuestra realidad más cotidiana! Y como verás,
además de sencillo de comprender, lo que nos propone la economía solidaria nos afecta a todos y todas por igual.
Si queremos evitar palabrejas excesivamente técnicas,
podemos definir la economía como una ciencia social que se ocupa,
principalmente, de estudiar los distintos modos de satisfacer las
necesidades humanas teniendo en cuenta los recursos disponibles.
Es evidente que esto da lugar a distintos tipos de
economías, clasificadas según el modo en que se propongan satisfacer estas
necesidades.
Desde los procesos de producción y/o extracción de materias
primas, de producción de bienes, de transporte e intercambio hasta los modos de
consumo, todo ello determina el tipo de economía del que estemos hablando
.
Habitualmente, cuando pensamos en estos procesos, en su
conjunto o en cualquiera de ellos en particular, imaginamos empresas y
corporaciones trabajando para abastecer a los mercados de bienes y
productos distintos, con el fin de cubrir las necesidades de la gente pero,
por encima de ello, procurando obtener beneficios con sus
actividades.
Frente a los tipos de economía que tienen como objetivo
principal la obtención y la acumulación de riqueza por encima de cubrir
las necesidades reales de las personas y garantizar su máximo bienestar, la
economía solidaria propone invertir estas prioridades poniendo, en primer
lugar, el respeto por los derechos humanos, la protección del medio
ambiente y la dignidad de las personas.
Es un tipo de economía con carácter ético.
Esto, que en principio podría parecer utópico, se
concreta con acciones y hechos muy reales, con consecuencias cada día más
tangibles como prueba la expansión de las redes de comercio justo, el
aumento de las cooperativas de trabajo y la apuesta creciente por procesos
de producción, trabajo y distribución autogestionados, emprendidos por personas
y comunidades de todos los rincones del planeta.
A estas muestras de economía solidaria también le podemos
sumar el consumo colaborativo o economía colaborativa, el sistema económico que está
creciendo a un ritmo vertiginoso en el que se comparten y se intercambian
bienes y servicios a través de plataformas digitales.
Como has podido comprobar, hablar de economía solidaria es
también mencionar el significado de ser solidaria o solidario.
¿Quieres saber cómo practicar este valor?
Ser solidario o solidaria, el significado del trabajo de
voluntariado
Si te molesta la realidad que te rodea o las injusticias que
ves, puedes seguir viviendo en un mundo que no te gusta o actuar, y ofrecer a
tus hijos e hijas un lugar mejor donde habitar.
Tu firma, sumada a la firma de muchas otras personas que
como tú saben que es posible construir otro tipo de sociedad y acabar con las
barreras, discriminación o desigualdades que impiden a personas y colectivos
participar plenamente de su comunidad, es un arma silenciosa y poderosa para que las
organizaciones sin ánimo de lucro puedan enfrentarse a los gobiernos y lograr
los cambios necesarios.
La economía solidaria abre las puertas a un futuro más
equilibrado y justo para todas las personas, en el que
todos y todas tengamos cabida. Colaborar con ello es muy sencillo, y solo
requiere un pequeño cambio de mentalidad que transforme nuestros hábitos de
consumo y oriente nuestras acciones en un mismo sentido. ¡Otro mundo es posible, si lo hacemos
realidad entre todos!
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