viernes, 2 de marzo de 2018

Intuición E Intelecto


Hemos confiado la vida al intelecto. Sí, lo hicimos como cultura, aquí en occidente. Fíjate que en nuestro sistema educativo, las actividades intelectuales priman, mientras que el rol de la intuición se ha minimizado y descuidado por completo.

Pero los seres humanos son intuitivos por naturaleza, los niños son muy intuitivos si no se les impulsa intelectualmente. La intuición es, además, muy importante en la vida. Yo he cometido errores financieros graves y he hecho inversiones desacertadas cada vez que dejé de lado mi intuición y analicé y razoné demasiado las decisiones.

La investigación biográfica de los ricos y famosos, sean artistas, músicos, emprendedores, escritores, banqueros, o cualquier otra profesión, revela que todas estas personas dejaron de confiar en la doma intelectual a la que se sometieron en el colegio y supieron que debían confiar en su intuición más que en cualquier otra cosa. Yo soy uno de ellos. En el colegio era perezoso. Logré mi bachillerato gracias a mi intuición, tal y como lo hice más adelante en la educación superior, adivinando las preguntas que se iban a hacer en el examen, y adivinaba alrededor del 90%. La intuición siempre implica presciencia de los sucesos y esta es una de las razones por la que es tan importante.

El razonamiento, como muestra Edward de Bono en sus libros, es circular y no produce nuevas ideas. De Bono decía: «El cerebro solo puede ver lo que ya sabe». Así que su acercamiento llamado ‘Creatividad Seria’, que va más allá de la estructura repetitiva del intelecto, del pensamiento, abriendo así la puerta a ideas nuevas a través del uso inteligente de la intuición.

El rol de la voluntad
Creo que la voluntad siempre se basa en subrayar el deseo con prisa de realizarse. En mi observación de los niños, la mayoría tiene una mediocre fuerza de voluntad y solo los líderes naturales tienen una fuerza de voluntad fuerte o de hierro. También he observado que las nuevas generaciones, estas que ahora están en la escuela infantil, tienen más fuerza de voluntad que, por ejemplo, mi generación.

Esto puede tener que ver con el hecho de que se les permite tener voluntad, lo que era imposible para muchos de mi generación, con las torturas educativas que teníamos que padecer. Mi voluntad se quebró totalmente tan pronto como entré en la escuela infantil.

Ahora, ¿cómo relacionamos esto por un lado con el intelecto y por otro con la intuición? Pienso, de nuevo, que es el deseo el que desarrolla gradualmente la fuerza de voluntad y está más cerca de nuestra mente intuitiva que de la racional. En cierto sentido, podría estar saliéndome por la tangente y tú podrías haberme preguntado si hay un deseo ‘cultural’, por decirlo así, que saque ese foco obsesivo del intelecto.

En este ámbito, hubo una voluntad, una voluntad colectiva por llamarla de alguna manera, desde aproximadamente la segunda mitad del siglo XVII y el advenimiento de la ‘Revolución Industrial’. 

También hubo una voluntad de ‘conquistar el mundo’, que llevó directamente al Colonialismo y la Esclavitud.

Esta voluntad estaba directamente ligada al impulso intelectual que no tenía una relación de pertenencia con la naturaleza pero quería dominar y conquistar la naturaleza. Los resultados los podemos comprobar hoy, calentamiento global, una peligrosa reducción de las especies a nivel mundial, polución, desastres naturales y problemas sexuales de todo tipo. 

Lo que ocurre con el impulso intelectual es que el sexo es la única respuesta creativa a una vida automatizada y esto fomenta el clásico foco obsesivo con el sexo del mundo occidental. Es uno de los resultados directos de una educación que impulsa de forma temprana el intelecto.


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