A veces, las
circunstancias son tan graves que parecen un escollo insalvable, un verdadero
final. No parece que haya algo más después de eso.
Añoramos las
oportunidades que dejamos pasar y recordamos lamentándonos de cada pequeño
tropiezo que hemos tenido.
Pero es necesario
entender que una circunstancia es no un final, sino un nuevo comienzo, una
oportunidad.
Acepta que a veces
te tocará sufrir una injusticia: todos vivimos alguna vez una situación que no
nos merecemos, que nos parece injusta o desmedida. Nos preguntamos ¿Por qué
yo?, pero en realidad no hay una respuesta adecuada para ello.
Debes centrarte en cómo
actuar para sumar. Quejarse sin sentido, protestar, hurgar en la herida, buscar
culpables o errores, no enmendará la situación. Si caes en el papel de víctima,
terminarás perdiendo.
Valora tus recursos
y capacidades y si estos han sufrido una merma por la situación que enfrentas,
adáptate a las nuevas circunstancias. Dale valor a lo que funciona, enfócate en
los logros obtenidos y no en los fracasos. Alimenta tu confianza y tu
autoestima teniendo en cuenta tus virtudes y fortalezas.
Mira hacia adelante y la infinidad de desafíos que aún te quedan por delante. Observa tu potencial y aunque puedas estar en un mal momento, siempre habrá una manera en que puedes seguir adelante.
Mira hacia adelante y la infinidad de desafíos que aún te quedan por delante. Observa tu potencial y aunque puedas estar en un mal momento, siempre habrá una manera en que puedes seguir adelante.
Todos tenemos la capacidad de aprender
cosas nuevas y los fracasos nos enseñan cómo no debemos hacerlas.
De alguna manera,
el escollo es algo positivo porque te guía para volver a intentar lo que
quieres, pero sabiendo algo más por el error. Es el momento de empezar otra vez
y el problema que enfrentas no te hace más débil: te fortalece porque ahora
sabes algo que antes no sabías. Para ello, debes saber que la solución no está
afuera, sino dentro de ti.
Toda situación
límite encierra una oportunidad, pero es necesaria la voluntad para hacer los
cambios necesarios.
Entiende que no has
perdido nada, porque lo fundamental sigue estando: tú. El cambio que estás
atravesando es una fase más en tu crecimiento y aún tienes la capacidad de
seguir creando.
Siéntete orgulloso
de lo que eres y lo que podrás ser de ahora en adelante, piensa en las cosas
que te han pasado como valiosas enseñanzas que te han permitido llegar hasta
aquí y ser como eres
No busques la felicidad en el
futuro: ella está aquí, hoy. Relaciónate de forma diferente, de manera positiva
y que te permita contemplar y aprovechar lo que ves, oyes, sientes, hueles y
tocas. Vivimos en el presente, por eso no es una buena idea despreciarlo por un
pasado brillante o desvalorizarlo por un prometedor futuro.
Confía en que te llegarán momentos felices, pero lucha para conseguirlos. Entrena a tu cerebro y tus pensamientos para buscar los aspectos positivos. Tu manera de pensar determina cómo se sientes y las cosas que haces.
Confía en que te llegarán momentos felices, pero lucha para conseguirlos. Entrena a tu cerebro y tus pensamientos para buscar los aspectos positivos. Tu manera de pensar determina cómo se sientes y las cosas que haces.
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