Tener un propósito en la vida resulta más poderoso que
ningún medicamento y que cualquier tratamiento para mantener el cerebro en buen
estado, al menos es lo que se desprende de las investigaciones de la Dra.
Boyle, la principal experta en este campo.
La Dra. Patricia Boyle, neuropsicóloga, viene trabajando en
este campo desde hace más de 10 años. Ha realizado numerosas investigaciones,
una de las que citamos aquí se publica en la revista científica “Stroke” (marzo
19, 2015).
Las más importantes conclusiones de las investigaciones
en este campo son:
Con respecto a la tasa de deterioro de las funciones
cerebrales: éstas se deterioran un 30% más lentamente entre los que tienen un
propósito claro en la vida que en la población en general. ¡Esta es una
protección fantástica!
Las personas que tienen un propósito constructivo en la
vida, ya a edades avanzadas tienen un 44% menos lesiones cerebrales con
potencial nocivo que las que no lo tienen.
Entre las personas que desarrollaron lesiones cerebrales
como placas o numerosos microinfartos, las que tienen un propósito en la vida
claro y constructivo están en notable mejor estado que las que no.
Todo esto y otras investigaciones nos muestran que tener un
propósito constructivo mejora el desempeño, mantiene a largo plazo las
facultades mentales y alarga la vida como ninguna otra cosa.
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