viernes, 4 de mayo de 2018

Dar O No Dar: He Ahí La Cuestión


El término mendigo, es utilizado para referirse a aquellos pobres que piden limosna procede de la palabra en latín mendīcus que era el modo como se denominaba en la Antigua Roma a aquellas personas que tenían algún defecto físico.

Aquellos que habían tenido la desgracia de sufrir un accidente o tenían algún ‘medum‘ [defecto en latín] no solían encontrar empleo o estaban impedidos para desempeñar algún trabajo (teniendo en cuenta que en aquella época la práctica totalidad de los empleos requerían algún esfuerzo físico), por lo que, ante la falta de una faena remunerada, la mayoría de los ‘mendīcus’ acababan pidiendo limosna para poder subsistir.

Con el tiempo acabó generalizándose el término mendigo para referirse a todos aquellos que habitualmente piden caridad, tengan algún defecto o no.

 Se conoce como ‘pordiosero’ a aquella persona sin recursos que vive y se sustenta de pedir limosna.

El término surgió en la Edad Media y comenzó a utilizarse para hacer referencia a aquellos individuos que se ganaban la vida pidiendo limosnas a los demás, ya que éstos utilizaban la coletilla ‘por Dios’ con cada petición: ‘Deme una limosna, por Dios’, ‘Por Dios dele una limosna a este pobre mendigo’, ‘Por Dios, una limosna’.

Al estar convencidos de que se trataba de auténticos profesionales de la mendicidad, se le añadió el sufijo ‘ero’ al final de la coletilla que utilizaban (invocando a Dios), al igual que se hacía con otros oficios: tabernero, alfarero, herrero, carpintero…

Así es como surgió el término pordiosero: ‘por-dios-ero’.


No hay comentarios:

Publicar un comentario