lunes, 14 de mayo de 2018

Autenticidad


La autenticidad es un valor que hace referencia a la persona que dice la verdad, acepta la responsabilidad de sus sentimientos y conductas, es sincera y coherente consigo misma y con los demás.

“Solo sé tú mismo”, tal vez hemos escuchado esta frase en múltiples ocasiones, la misma suele ser una recomendación a actuar según nuestra convicción, cuando emprendemos nuevos caminos o retos. Esta frase la decimos muchas veces sin pensar en las implicaciones de la misma, pero con ella instamos al otro a ser fiel a sí mismo y a actuar acorde a lo que piensa y siente, conduciéndolo hacia el valor de la autenticidad.

Desarrollar este valor permite que una persona, con sus palabras y su comportamiento, exprese fielmente cómo es y cómo piensa, ante la persona idónea, en el lugar y momento adecuados. Ser auténtico es pensar con convicción, actuar coherentemente con la realidad objetiva, con el pensamiento, la palabra y la acción.

Una autoestima sana promueve que seamos los mismos, tanto internamente como externamente; por lo tanto, si tengo unos valores en los que creo firmemente y estoy convencido de ellos, externamente los respetaré y promoveré, alejándome de la falsedad.

De igual manera, en el plano profesional, una persona que es libre de expresar su autenticidad en el trabajo muestra un nivel más alto de compromiso con la organización, un mayor rendimiento individual y se inclina más a ayudar a los demás. 

La persona auténtica, en su entorno de trabajo, suele ser entre otras cosas:
Más productiva y proactiva, deja que sus ideas fluyan y ofrece ideas y perspectivas innovadoras, que pueden ser de éxito para la empresa en el desarrollo de sus proyectos y procesos.
Deja fluir sus conocimientos, ayudando y permitiendo el crecimiento y el desarrollo del talento en los demás.
Destaca sus fortalezas y reconoce sus debilidades.
Lucha por ser mejor y se mantiene en crecimiento.
Promueve el trabajo en equipo.
Es honesto y celoso con los activos de la empresa.
Contribuye a que la empresa fomente y crezca en valores personales y organizacionales.

Estas competencias son de gran relevancia en todos los ámbitos laborales, sobre todo en aquellas áreas o ambientes en que se requiere de un alto nivel de confidencialidad, de efectividad y productividad en las operaciones, preparación personal y académica, innovación y relación interpersonal, entre otras.


Para ser auténtico, la primera regla es ser uno mismo. Lo que haces dice mucho más de lo que hablas o de lo que buscas transmitir. Debemos aceptarnos como somos, para tener la felicidad de hacer lo que queremos. Identifica tus talentos, aquello que haces mejor que nadie, lo que ejecutando disfrutas y serás mejor persona y mejor profesional.

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