lunes, 21 de mayo de 2018

Mirándonos Por Dentro


Por fuera nos miramos casi a diario. Nos aseguramos de que la ropa esté bien puesta y nos luzca. Tratamos de que el pelo esté impecable, en caso de calva, 
debe estar lustrosa. Los dientes refulgentes y el maquillaje exacto. 

Miramos que las prendas combinen adecuadamente y por lo regular, nunca salimos sin antes echar un vistazo para verificar que no haya una mancha o un roto por algún lado de la ropa que nos pueda arruinar el día. Esta es la rutina, cada vez que vamos a salir, todos los días. ¿Y cuántas veces nos miramos por dentro?

Mirarnos por dentro es un ejercicio que no se acostumbra porque de alguna manera nos han adoctrinado de tal forma que pensamos que lo que vamos a ver no nos va a gustar. Si esta aseveración fuese falsa, entonces estaríamos mirándonos todo el tiempo. Frases como esta serían la regla y no la excepción.

Quizás en vez de decir: “qué lindo tengo hoy el pelo”, diríamos, “que lindo y feliz está mi corazón.” Sería común escuchar: “hoy estoy brillando como un sol”. O tal vez, “Estoy en baja, creo que mi cuerpo necesita una pausa”. 

Cuando lo ponemos de esta forma, podemos decir que sí, en ocasiones nos miramos, pero no siempre decodificamos esas señales de nuestro interior y mucho menos las expresamos. 

Aprender cómo funciona nuestro interior mediante el estudio de los Chakras o vórtices de energía, puede ayudarnos a entender nuestra belleza y a fortalecer nuestro ser si descubrimos alguna deficiencia.

Por otro lado, la escritura es una excelente radiografía de nuestras emociones.  Al anotar en un diario, escribir poesía o simplemente pausar para identificar cómo nos sentimos, es de gran ayuda para mantener nuestro bienestar. Observarnos y hacer una nota en nuestra agenda, nos permite identificar patrones, y esa información es valiosa ya que nos alerta hacia nuestro estado anímico y nos permite hacer ajustes. 

Reconocer cuando algo nos está molestando consistentemente permite que lo podamos resolver. Recibir el mensaje de un dolor corporal y analizar su procedencia energética antes de adormecerlo con analgésicos es una buena práctica de poder.


La invitación es a sacar tiempo para observar nuestro cuerpo y más importante aún, nuestros pensamientos.  

El sabotaje más fuerte que nos impide la co creación de una vida feliz, por lo regular, no viene de nuestro entorno.   El peor sabotaje viene de nuestra mente y del diálogo con un cuerpo, tanto físico como anímico, con baja auto-estima.
   
¡Mírate por dentro!  ¡Mira qué lindo o linda eres!! ¡Observa la extraordinaria criatura que eres y las maravillas que puedes hacer y comparte tu belleza y logros con otros!  

En momentos de retos, mirar el bien y celebrarlo, es el camino hacia un nuevo amanecer de luz y felicidad, sin mencionar que la buena vibra alargará por mucho tus días.   

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