miércoles, 30 de mayo de 2018

El Conocimiento Que Conduce


Otro atributo que el conocimiento da, es el de hacer poderosas a las naciones: el país que promueve a sus inteligencias y las dota con el acopio suficiente de conocimientos, llega a alcanzar un enorme poder, pues la inteligencia y el conocimiento provocan el surgimiento de un avance hacia el progreso casi sin límites y no precisamente un poder bélico, sino propicio para tener un pueblo bien alimentado y mejor vestido, con un hogar cómodo, y una familia satisfecha, con buenas perspectivas para los hijos y para una vejez digna, que contribuyó, a su vez, en el progreso de su nación, lo cual  vaticina un devenir sin mayores sobresaltos.

Tenemos el ejemplo de Japón, nación que no posee arma atómica y que sólo con sus inteligencias y el acervo de conocimientos que atesora ha alcanzado un poder económico inmenso. Aún la bomba atómica que fue creada por la mente del hombre dotado de conocimientos bastos, es obra de la inteligencia, pero esa energía, bien utilizada y bien manejada en todos sus aspectos podría dar buenos frutos, sin peligro. Aquí es donde interviene la aplicación de la  ética, de la moral, del control de las ambiciones y del amor a la humanidad.

Otro ejemplo sería la nación estadounidense,  poderosa no por su arma atómica, sino por sus inteligencias que le han dado un brillo singular.

¿Quiénes crearon la electricidad, el telégrafo, el teléfono, la computadora, la imprenta, la penicilina, etc. sino las inteligencias que bebieron  de la fuente: del conocimiento?

Esto demuestra que la inteligencia sin conocimiento es nula.

¿Quién puede negar el valor supremo del conocimiento que es la base del avance de las inteligencias y por lo tanto de los pueblos del mundo?

Hombres esforzados, que no perdieron el tiempo y que sus sociedades de alguna manera les abrieron el camino, creando las condiciones idóneas para que lograran todas sus aspiraciones, aspiraciones que son las mismas que las de todo el género humano.

De ahí que, reitero, el conocimiento eleva a un país ayudando a la solución  de sus problemas complejos y también dotándolo de bienestar y satisfacción.


Las necesidades del ser humano y de la sociedad, han promovido la búsqueda del conocimiento para ser creativo. Los países que desarrollan la ciencia, la cultura y el arte están a la vanguardia. Los pueblos que no se han preocupado por darle mayor importancia a la preparación de la inteligencia de sus ciudadanos,  quedan rezagados. 

Los pueblos avanzados lo son, porque sus políticas van encaminadas  a  apoyar en todos sentidos  a sus ciudadanos, sobre todo, les brindan el acceso a las fuentes del conocimiento para hacer realidad la formación de personalidades eficientes.  Por las anteriores razones pongo a consideración que  Bacón no estuvo equivocado en afirmar en su frase célebre que le hizo inmortal: 
“El conocimiento es poder”.

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