Cuando nuestros estudiantes se enfrentan a una tarea, sobre
todo en las más globales y comunicativas, necesita pasar por diferentes estadios:
pensar y elegir la más interesante, desarrollarla y adaptarla al objetivo,
detectar errores y dificultades para realizarla.
Es lógico pensar que, para cada una de esas etapas,
necesitan aplicar procesos con una lógica diferente y que,
aunque muchas veces sean complementarios, en ocasiones pueden y deben ser
excluyentes.
Edward de Bono con sus claves sobre el pensamiento lateral
y sobre todo con sus seis sombreros para pensar (1985)
sistematizó la forma que tenemos de enfrentarnos a los trabajos
colectivos de forma creativa.
La idea es asignar a cada tipo de pensamiento un sombrero
con un color. A su vez cada sombrero tiene unas normas de uso que favorecen la
aparición de un determinado tipo de pensamiento.
Analicemos este esquema de pensamiento y sus
correspondencias en la realización de una tarea colaborativa:
1. El sombrero blanco es el encargado de aportar
mera información, el que crea de la nada. Está conectado con los procesos con
los que llenamos donde no hay. Suele ser el primer paso y su clave está
en que se trata de mecanismos de acumulación donde las aportaciones no se
valoran o se discuten, simplemente se exploran. Debería estar presente en
las lluvias de ideas o en los sondeos iniciales y su norma es acumular para
poder elegir, prescindiendo siempre de las consideraciones valorativas
.
2. El sombrero verde acoge al pensamiento creativo
y está regido por la libertad y el riesgo. Tras haber generado esa gran
cantidad de información, permite explorar posibilidades por muy
arriesgadas que parezcan. Su punto de partida suelen ser preguntas del tipo
“¿qué pasaría si….?”. No nos debe importar que algunas ideas nos resulten
ilógicas o deliberadamente provocativas pues se trata de imaginar para crear,
algunos de esos planteamientos ilógicos pueden ser el germen de ideas exitosas.
3. Es el turno del sombrero negro, asignado al
pensamiento crítico, que detecta carencias y dificultades. Su lógica
permite buscar la crítica sin preocuparse por las soluciones. No construye sino
que incide en los inconvenientes de las propuestas para poder mejorarlas
más tarde. Es necesario que se eviten las consideraciones de tipo personal y nos
centremos en cuestiones objetivas y observables por todos. Este tipo de
pensamiento se activa cuando planteamos cualquier actividad de
ventajas/inconvenientes y sobre todo en las evaluaciones de las propuestas.
Criticar para mejorar es su base.
4. Llega el momento de la intuición: el sombrero rojo.
Se trata de valorar intuitivamente las decisiones tomadas. Ahora sí debe
aparecer la subjetividad y los condicionamientos de tipo personal, pues lo
usamos para valorar las ideas y posicionarnos ante ellas. De
esta manera tenemos a nuestra disposición todo tipo de argumentos para
legitimar o desechar propuestas. Debería ser el preponderante en los debates
para tomar decisiones una vez que hemos visto las ideas desde las otras
perspectivas. Con él disparamos toda la artillería disponible para conseguir
nuestros objetivos: sentir para valorar es lo que se nos propone.
5. El sombrero amarillo representa el pensamiento
operativo, así que su función es moldear y hacer viables las propuestas y
permite hacer posibles las diferentes opciones. Con él visualizamos y
somos capaces de planificar en abstracto, así como recrear el disfrute o el
fracaso. Entra en acción cada vez que planteamos planes u objetivos y adquiere
su verdadera dimensión cuando nuestros estudiantes planifican y ejecutan la
tarea. Es el momento de realizar para avanzar.
6. El sombrero azul es el del control y la
coordinación. Es verdad que estas funciones normalmente recaen en el profesor,
pero hay momentos en nuestra clase en los que ponemos este sombrero a los
estudiantes (rol de secretario, moderador, etc.). Aquí hay que organizar para
conseguir objetivos, gestionar los tiempos y rentabilizar cada momento.
¿Qué les parece la secuencia? ¿Cambiarías el orden de algún
sombrero? ¿Se les ocurre algún sombrero más?
No hay comentarios:
Publicar un comentario