Hay veces que nos hemos arriesgado y hemos perdido, pero si no hubiésemos arriesgado ¿habríamos tenido alguna posibilidad de haber ganado?
Pues
bueno, después de haber pasado por cualquiera de las situaciones anteriores,
hay que asumir nuestros errores y ponernos firmes. Aceptar que nos hemos
equivocado, pero no intentar evadirnos de la situación. Hay que decir, sí, lo
he hecho, ¿y qué?
Pues
en ese momento es cuando se usa la expresión española de hoy: A lo hecho,
pecho. Que es como decir, de lo que hayas hecho, hay que sacar pecho, es decir,
no esconder la cabeza bajo la tierra como si fueses un avestruz, sino sacar
pecho y aguantar la lluvia de críticas que te puedan caer por tus decisiones.
Y
bueno, como rectificar es de sabios, pues ya intentarás arreglar las cosas que
han ido mal, pero sin avergonzarte nunca ni arrepentirte de las acciones
pasadas.
En la
vida hay que ir siempre con la cabeza bien alta.
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