Se ha creado un monstruo.
Pero esto no viene de ahora
ni de hace unos años.
El ser humano por naturaleza
es incapaz de aprender de los errores del pasado y mucho más cuando se tiene un
arma de control mundial y con tantos intereses de por medio.
La realidad es que
el conjunto de la sociedad estamos expuestos a la pérdida de nuestra intimidad
(entre otros derechos que obviamente se vulneran), así como en un estado de
vulnerabilidad frente a ataques que, si bien no nos producen daños a nivel
físico, sí ejercen otro tipo de perjuicios sobre el ser humano.
La cuestión ahora debería ser
la necesidad de reflexionar sobre el uso actual de las tecnologías y sobre cómo
protegerse en caso de un uso inadecuado.
De momento, los políticos se limitan a echar
la culpa a unos y a otros.
Debemos replantearnos la
situación e invertir en ciber seguridad, además de en educación tecnológica y
en las formas en las que un usuario ha de ejercer su derecho al uso de la
tecnología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario