Sin embargo, hay muchas otras cosas que las personas se dicen constantemente que “no pueden hacer” y eso es, en realidad, una forma de no enfrentar la realidad de las cosas, decir por ejemplo:
"No puedo
titularme, no puedo bajar de peso, no puedo dejar a esa persona, no puedo
cambiar de trabajo, no puedo organizarme, no puedo tolerarlo."
Lo cierto es que,
en cada uno de los ejemplos mencionados, si las personas que lo dicen se lo
propusieran, podrían lograr bajar de peso, separarse de una persona, cambiar de
trabajo, aprender a organizarse o tolerar algo que dicen no poder.
La mayoría de las
veces aquellos “no puedo” que se utilizan de manera recurrente son un autoengaño, una
manera de hablarse a sí mismos o a los otros para no asumir la responsabilidad
de las propias elecciones.
Cada vez que decimos “no puedo” estamos evadiendo la responsabilidad de
nuestras propias decisiones de manera velada, como si en realidad no tuviéramos
el poder para hacer aquello que encadenamos bajo la frase “No puedo”.
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