viernes, 14 de junio de 2019

Al Ñudo Que Lo Fajen

“Frase tomada del Martín Fierro, de José Hernández, en la que se hace referencia a lo vano e inútil de los intentos por ocultar las verdaderas características de la personalidad humana.

La expresión al ñudo -que no debe ser pronunciada como si fuera añudo- que lo fajen es propia del Río de la Plata, quiere decir «inútilmente, en vano» y proviene de la costumbre de ceñir a los bebés con una faja.”

Es posible que lo podamos apreciar al “mirar nuestra imagen” que la misma no nos parezca coincidente con la que solemos “irradiar” a través de nuestras acciones diarias. 

Quizás pueda ser esta circunstancia, (lo que pueda apreciarse tan diferente de lo que estimamos que realmente somos) lo que debamos intentar corregir para acercarnos mejor disminuyendo las diferencias en cuánto a lo que “pensamos que somos” y lo que es percibido por aquellas personas con las cuales diariamente nos relacionamos.

“El ser humano se caracteriza principalmente por su diversidad. En este sentido, las personas expresamos y aprehendemos las cosas de muy distinta manera. Por lo tanto, podemos decir que un individuo puede tener una experiencia muy distinta a la de otro aunque se trate del mismo tema. Así las cosas, la personalidad es un bien estrictamente humano que define a cada persona según una serie de características específicas. Por supuesto, una personalidad similar se puede repetir en distintas personas.”

“Cómo se comporta alguien nos permite saber de manera inequívoca cuál es su manera de ser. Porque el comportamiento remite a las acciones de un individuo y a los sucesos que va mostrando en su vida diaria.
Las personas no solamente pueden ser conocidas por lo que dicen sino también por lo que hacen o no.

Lo más importante y adecuado es que exista una coherencia entre lo que se hace y se dice, si hay desconexión entre ambas cuestiones no será una buena señal y ello nos anticipará que existe un conflicto con esa persona y que no habrá una armonía en su interior.

Porque básicamente el comportamiento de alguien es el fiel reflejo de su universo interno. Por supuesto que es muy difícil para cualquiera, aunque lo intentemos y queramos, meternos en la cabeza de alguien. Conocer sus pensamientos, etc., sin embargo, más allá de esa dificultad, la mejor manera que se tiene a la mano a la hora de conocer a alguien son sus actos, ellos nos demuestran quien es verdaderamente, porque al hablar podrá decir muchas cosas pero a las acciones nos remitimos y en ellas está la verdad.”

Aunque insistan con el argumento de que “somos irremediablemente lo que somos” no es aceptable de que nos “encapsulemos” dentro de ningún preconcepto, ni hemos nacido barrigudos para siempre, ni mucho menos alguien pueda decir que “sea al ñudo que nos fajen”


Nosotros, todos nosotros, podemos,  agregaría que debemos, irradiar nuestra mejor imagen aquella que nos proyecta cual si fuésemos un faro que indica a todos de que "aquí estamos nosotros" para ayudar y orientar a quienes se mueven aún en medio de las penumbras.

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