Cuando uno siente que debe adoptar
una actitud más comprometida consigo mismo, cuando los tiempos se resisten a
dejarle el paso a una nueva postergación, cuando todas las excusas han
sucumbido ante el aquí y el hora de las decisiones, es entonces y solo entonces
que nos vemos en la necesidad impostergable de ir en procura de la inspiración.
La inspiración es más que una fuerza
mental y física, es emocional y espiritual y hace que las personas logren
cosas extraordinarias a un nivel superlativo.
A diferencia de la fuerza que proviene de la motivación, la inspiración
añade un condimento de magia que trasciende la fuerza física y mental. Quién
está inspirado goza de un talento maravilloso y sorprendente; de alguna manera
se encuentra en transe con sigo mismo y genera, crea, brinda al mundo un aporte
soberbio directo desde su ser.
Así, la inspiración, surge desde lo interno, desde el corazón, desde el
alma. La inspiración no tiene nada que ver con la mente ni con la fuerza
física, por lo contrario, es un atajo en donde nuestro ser se comunica hacia el
mundo de forma directa, esquivando las barreras de la mente y trascendiendo el
plano físico y real. La inspiración genera irrealidad y es el origen de la
creación, de las ideas.
La inspiración se genera internamente en momentos determinados, a partir
de estímulos emocionales que abren la puerta de nuestro ser y deja salir
nuestra máxima expresión.
Para que exista la inspiración debe existir un
sentimiento y ya sea éste positivo o negativo, la inspiración siempre es
positiva. Si el sentimiento fuese un árbol, la
inspiración son los frutos maduros. La inspiración da origen al
talento. Una persona que se inspira con frecuencia es una persona talentosa
(independientemente que el sentimiento que provoca su inspiración fuese
positivo o negativo) ya que, por ejemplo, el dolor emocional también inspira.
Técnicamente la inspiración es el
acto de ingresar aire a través de la nariz hacia los pulmones. Es notable que
técnicas milenarias de meditación utilizan ésta técnica para lograr la
inspiración que muchas veces se denomina iluminación. Es
decir que el costado técnico de la definición es además una práctica habitual
para el logro del fin: inspirarse.
forma de expresión que
independientemente del canal escogido, el mensaje es rebelado con una
intensidad majestuosa y supranatural. Es la erupción de un volcán
cuando la lava es el talento.
Por otro lado la inspiración es propia de la persona que la genera y su
exteriorización afecta a su entorno de diferentes maneras.
Por un lado genera admiración, placer, curiosidad y por otro lado genera
motivación, es decir “ganas de hacer” también. Para generar inspiración en otra
persona, para inspirarla, hace falta una conexión emocional que permita ayudar
a nacer la semilla de la inspiración.
Así, la inspiración, en consecuencia, es una herramienta para motivar e
inspirar a otras personas pero a partir de factores internos, de emociones, de
sentimientos transmitidos.
Hay que tener en cuenta que el efecto
provocado a partir de la inspiración es tan intenso que puede durar toda una
vida, incluso por momentos intermitentes.
Por esa razón es una herramienta que
busca utilizarse para proyectos a largo plazo, incluso usted puede estar
inspirado en realizar varios proyectos porque la inspiración no está anclada a
un objetivo puntual, sino que es la necesidad de ser, más que de hacer. Tiene
más que ver con el camino, con el trayecto, con el medio y no con el fin o con
los objetivos.
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