lunes, 24 de junio de 2019

La Cantera Inagotable

Para comprender mejor el encabezado de este artículo habría que remontarse en el tiempo a la época en que siendo niños concurríamos a los parques de diversiones que se organizaban durante las vacaciones escolares.
Nos encantaba sentarnos alrededor de una pequeña mesa cubierta con un colorido mantel frente a la cual se situaba un mítico personaje, que con su accionar, blandiendo en sus manos enguantadas su inefable “varita mágica”, extraía desde una galera situada en el centro de la mesa, delante de nuestros impávidos ojos, desbordantes de asombro, sendos conejillos blancos plenos de vivacidad.

Desde entonces esta expresión “sacar conejos de la galera” se ha utilizado muchísimo al referirse a personas que poseían mucho talento y se las consideraba capaces de hacer cosas increíbles debido a su habilidad, como podrían ser, jugadores de fútbol, artistas, vendedores, o cualquier otro tipo de actividad que requiriese mucha capacidad de improvisación.

Parece que quienes escribimos con cierta asiduidad también hemos caído en estos calificativos, la verdad es que no sé a ciencia cierta si tal definición corresponde o no, lo que parece es que a algunas personas que leen nuestros artículos les ha parecido que debido a la abundancia de artículos publicados, en una forma de alago, han manifestado que para ellos esta habilidad tiene cierto parecido con “sacar conejos de la galera”.

Lo cierto es que pensándolo bien, que tal habilidad se parece, parece, pero, siempre tenemos un pero, creo que no hay que confundir improvisación con inspiración, quizás la tan mentada “varita mágica” tenga mucho de “acumulación de vivencias” y nos permita recurrir a la galera que cubre nuestras memorias para extraer de ellas algún tema que entendamos corresponda a nuestras expresiones escritas.


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