No tengo la menor idea de lo que puede ser una
lágrima de cocodrilo pero desde que me tengo por gente, como se suele decir, siempre
he escuchado esta expresión al referirse a la forma de comportarse ciertas
personas, cuando aparentaban gran dolor ante circunstancias de angustia de
alguien de su conocimiento, al punto de derramar sus lágrimas públicamente,
cuando en su fuero íntimo se las consideraba de ser capaces, ellas mismas, de
ser las causantes de tales males.
Este dicho del acervo popular ha mantenido su
vigencia en el tiempo y hemos de concordar de que nos revela y denuncia a la
vez, un tipo de comportamiento que bien puede considerarse que integra parte
del “patrimonio cultural” de muchos o de muchas, no pretendemos crear ninguna
polémica de género en este tema que exponemos.
Basta con observar la conducta de algunos de
nuestros congéneres, gobernantes, políticos, comerciantes, financistas, etc.
etc. para estar preparados para extraer nuestras propias conclusiones.
Ya que estamos interesados en el tema agregamos
algo que hemos extraído de internet que nos ilustra algo al respecto:
“Cuando alguien demuestra mediante el llanto un
falso arrepentimiento o una tristeza simulada por algún acto negativo que ha
hecho, decimos que son “lágrimas de cocodrilo”.
Esta expresión tiene su origen en la antigua
creencia de que estos animales emitían unos falsos alaridos o llantos con el
que atraían a sus presas, a las que devoraban sin compasión acto seguido...
aunque también se decía que cuando se las comían lloraban, siendo en ambos
casos lágrimas falsas, pues no estaba para nada triste el cocodrilo, sino
engañando a sus víctimas para darse un festín.
Con el paso de los años y el estudio de los
cocodrilos se ha llegado a la conclusión de que este llanto sólo se produce
para mantener húmedos los ojos, ya sea en condiciones de sequedad por estar
fuera del medio acuático, bien por estar en un lugar donde el agua tiene una
concentración de sal superior a la habitual.
También segregan estas lágrimas cuando comen, pues
al parecer las glándulas segregadoras de saliva y lágrimas se encuentran muy
cerca unas de otras, por lo que al segregar saliva se activa el lagrimeo.
Observemos nuestras lágrimas
No hay comentarios:
Publicar un comentario