jueves, 13 de junio de 2019

Los Excesos


No se deben multiplicar las palabras para intentar aclarar lo que los hechos demuestran en nuestro entorno, el cúmulo de evidencias que recogemos a diario nos despojan de la necesidad de ahondar en el manejo de las consabidas argumentaciones, se dice que cuánto más nos esforzamos en la elaboración de argumentos, utilizando todos los medios posibles a nuestro alcance, lo único que logramos es enturbiar mucho más aquello que se pretende aclarar.

El sentimiento de conocer y aprender del pasado ya no es tan claro hoy, cada vez es mayor la cantidad de personas que lo desestiman y viven anclados en el presente. Esta tendencia al presentismo convive con el resurgimiento de feroces tradicionalismos. 


A la vez estamos viviendo una colosal crisis de identidad. Algunos la llaman crisis de la modernidad, otras crisis de la civilización occidental, otros, crisis de valores, otros postmodernidad, otros globalización. 

Como se le llame, existe una conciencia generalizada de que los fundamentos mismos de la tradición occidental y cristiana están siendo removidos y que algo esencial de aquello que dejó definida nuestra identidad, ha empezado a morir irremisiblemente. Y esta crisis alcanza a todo el mundo y a todas las esferas de la vida aunque toma diferentes matices de acuerdo a cada contexto”.

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