Conocida como uno de los siete pecados capitales junto a la ira, la
gula, la lujuria, la pereza, la envidia, la avaricia y la vanidad, la soberbia
es una característica común al ser humano que implica la constante y permanente
autoalabanza que una persona realiza sobre sí misma. La soberbia es, además,
una actitud de constante auto admiración que hace que la persona en cuestión
deje de considerar los derechos y necesidades de aquellos que la rodean al
considerarlos inferiores y menos importantes.
La soberbia es un rasgo característico del ser humano ya que tiene que ver con el desarrollo de la autoconciencia y de cada individuo como un ente único y separado del ambiente en el que habita, capacidad que no existe en el caso de los animales. La posibilidad que tenemos de reconocernos como seres capaces de muchas habilidades, facultades y virtudes es lo que deriva en la existencia de la soberbia. Si bien la soberbia puede darse en todos los individuos en algún punto de su vida de modos más o menos profundos, se habla de soberbia específicamente cuando los rasgos de vanidad y autoalabanza de una persona se vuelven exagerados.
Son dos conceptos semejantes, pero no exactamente iguales. Mientras que en el primero el individuo se valora a sí mismo en su justa medida, en el segundo hay una desproporción. Por lo tanto, quien es soberbio no está orgulloso de sí mismo, sino que su autovaloración se fundamenta en el menosprecio de los demás. En otras palabras, en este sentimiento se produce un no reconocimiento de los semejantes.
Desde un punto de vista psicológico se trata de un mecanismo de defensa
La actitud soberbia es considerada como un mecanismo de defensa. De esa manera, quien tiende a la soberbia puede ser alguien con una escasa autoestima y para compensarla recurre a una sobrevaloración de sí mismo. Para camuflar los miedos y las inseguridades, se adopta un disfraz de engreimiento y petulancia. Las personas con este rasgo trasmiten a los demás que son mejores y de algunas maneras superiores, pero en el fondo se quieren poco a sí mismos.
Una persona soberbia es alguien con miedos y que necesita sentirse por encima de los demás.
El soberbio puede tener dificultades para valorar las acciones y normalmente vive pendiente de las apariencias y de la comparación con los que le rodean. Paralelamente, la soberbia es una falta de humildad. Los psicólogos consideran que para corregir esta actitud es conveniente centrarse en la autoestima
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