La opinión de otro es solo eso, la opinión de otra mente que no es la
nuestra, con otras experiencias e intereses que no son los nuestros. Todos en
nuestro entorno convivimos con personas a las que les gusta opinar, juzgar y
proyectar su vida y experiencias en los demás. Creen que sus límites son
los nuestros, y que el camino que ellos tomaron fue el mejor y que lo
demás es desviarse de lo correcto.
A menudo, estas personas nos intentarán hacer sentir que valemos menos y
que no somos lo suficientemente buenos. Pero, responsabilizar a otros de
la no resolución de los problemas propios y sentirse responsable de los
problemas ajenos son dos formas de no tener el control de nuestra
propia vida.
Es posible que en alguna ocasión hayamos pertenecido a uno de los dos
grupos o incluso a los dos. No esperes a que los demás hagan las cosas por
ti. ¿Si no lo haces tú por ti mismo, cómo esperas que lo hagan otros por
ti? Tomar la decisión de manejar nuestra mente y nuestra vida, sin esperar
a que los demás respondan es la decisión más madura e inteligente que podemos
tomar.
“Dice más de una persona hacia dónde va qué dónde
está o de dónde viene”
En la cultura de la inmediatez, los primeros afectados son el esfuerzo y
la perseverancia. Queremos muchas cosas y las queremos ya. Sin de
planificación, sin tiempo de reposo. Piensa que es en la capacidad para
posponer recompensas y gratificaciones donde se diferencian los sueños de los
caprichos. Perseverar es hacer lo necesario el tiempo necesario.
Para que nosotros seamos nuestro plan A, tenemos que vivir por nosotros
mismos dejando a un lado lo que puedan llegar a decir de nuestro
comportamiento. Si tomamos en cuenta todas las opiniones de los demás
nunca escucharemos la opinión realmente importante, la nuestra.
No se trata tomar una postura arrogante, sino de no dejar que los
demás nos condicionen con sus comentarios o comportamientos. Tomar las riendas
de nuestra vida implica autoconocimiento personal y un gran convencimiento de
que tenemos que seguir a nuestros propios intereses, intentando en la
medida de lo posible dañar los de los demás en el caso de ser lícitos. Piensa
que si vives la vida de otros por complacer, las posibilidades de éxito serán
más bajas.
“A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado a sí mismas.
Pero el sí mismo no es algo que uno encuentra, sino algo que uno crea”
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