viernes, 10 de enero de 2020

El Carácter Irascible

Los franceses tienen una palabra muy acertada para esos comportamientos pasivo-agresivos, para esas personas que hacen de la ira su forma de comunicación. Usan la expresión «sous-entendu», que vendría a significar algo como «lo que se entiende debajo o lo que hay debajo». ¿Qué hay entonces bajo esa piel de lobo que hace uso de esa intensidad emocional tan devastadora? La respuesta no puede ser más simple: hay otro lobo, pero es un lobo herido.

Veamos alguna de esas características que podrían explicar este tipo de dinámicas en las personas irascibles.

Hay angustia excesiva. Las personas que reaccionan con ira suelen almacenar un cupo desbordado de angustia. Son esos perfiles que ya desde niños se alarmaban con nada, quienes ante cualquier estímulo reaccionaban con miedo intenso y alarma. Así, y llegada la madurez, esa inquietud persistente a lo que escapa de su control o a lo inesperado se traduce en rabia. Esa emoción no es más que un mecanismo de defensa desmedido con el que reaccionar ante todo y todos.

· La ira como respuesta a toda emoción negativa. Este perfil de personalidad no sabe reconocer si lo que siente es tristeza, decepción, miedo, inquietud, sorpresa o vergüenza. Todas esas emociones se entenderán y se traducirán del mismo modo: con ira.

· La ira es un problema acumulativo. Cuando hay una emoción que no se canaliza, se comprende y se gestiona, se acumula. Aún más, las personas irascibles arrastran consigo todo un historial de frustraciones almacenadas durante décadas. De este modo, los actos más insignificantes actúan como desencadenantes para todo ese torrente de ira contenida en su interior.

· La ira y la paranoia. Esta relación es tan problemática como destacable. Las personas irascibles están hechas de angustia, de emociones convulsas no entendidas y de un poso de rabia más que destacable. Toda esa arquitectura profunda edifica en muchos casos la aparición de conductas paranoicas. Todo es una amenaza para ellos, desconfían, piensan que los demás están ahí para hacerle daño, para ridiculizarlos. Son situaciones muy desgastantes.


Las personas irascibles no tienen una buena calidad de vida. Es un aspecto que desde un punto de vista clínico no puede ni debe dejarse de lado. Asimismo, tal y como nos revelan varios estudios, este tipo de personalidad es más tendente a sufrir problemas cardíacos, accidentes cerebrovasculares, problemas respiratorios, defensas bajas… La ira enferma y la ira, además, establece distancias insalvables con las personas que queremos.

Así, un hecho común de este tipo de perfil es que apliquen lo que se conoce como ira desplazada. Pueden estar enfadados con algo o alguien, sin embargo, acaban proyectando toda su energía negativa sobre quien menos lo merece: hijos, pareja… Es prioritario por tanto dar recursos y estrategias a estas personas para que entiendan que la ira no es un canal adecuado de comunicación, es la asertividad quien le permitirá sobrevivir mucho mejor en cualquier escenario.

Veamos ahora unas sencillas estrategias sobre las que reflexionar, y que pueden servirnos para manejar mucho mejor esta emoción

Debemos entender qué es la ira y cuál es su finalidad ⇔ Se trata, en esencia, de una respuesta que emite nuestro cerebro para atacar o huir de un peligro. Es una manifestación puramente biológica y fisiológica.

El segundo paso es aprender a identificar las propias emociones y a entender qué las motiva ⇔ ¿Lo que siento es tristeza? ¿Qué la ha motivado? ¿Si lo que experimento es vergüenza qué la ha originado?

Técnicas de respiración. Una forma de canalizar la ira y esa rabia que bloquea nuestro cuerpo y nuestra mente es aprender a relajarnos, a respir, a concentrarnos en esos músculos tensos y corazón acelerado para darles calma. Solo así nos permitiremos pensar mejor y reaccionar de manera más adecuada.

Sustituir la ira por la asertividad. Otro fin imprescindible en las personas irascibles es que aprendan a relacionarse de forma asertiva, deben desplazar el uso de la ira como forma de lenguaje para hacer de la comunicación asertiva su mejor herramienta.





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