Se podría definir el poder
de la mente como
aquel estado de positivismo puro, tomando a la ligera los problemas y
dificultades que se nos enfrentan en la vida diaria. Afrontándolos de tal
manera que no perjudique nuestro estado de ánimo, salud mental o física. Pero,
esta sería una definición muy vaga de lo que realmente es el poder
de la mente y
tal definición queda extremadamente corta comparándola con lo que realmente es.
Podríamos viajar al pasado y resaltar algunas escrituras que
nos muestran la capacidad y posibilidades infinitas de la realidad enterrada
del ser humano, su divinidad y capacidad mental para cambiarlo todo.
Independientemente de tus creencias espirituales o religiosas, el hombre ha
dejado como herencia enseñanzas y sabiduría sobre el poder
de la mente, el control de nuestros pensamientos y la relación
espiritual que esto conlleva.
Por ejemplo, la Biblia nos resalta algunas citas sobre el poder
de la mente y
lo que significa en la vida espiritual del hombre. En Romanos 12:2 leemos lo
sgte. – “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente.
Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”
– ¿Que entendemos por la transformación mediante renovación de la mente?
Simple, es posible cambiar tu vida mediante nuevos pensamientos.
La renovación de la mente empieza por el cuestionamiento
sobre los pensamientos. Es decir, pensar en lo que piensas e indagar y buscar
respuesta al porqué de esos pensamientos. -¿Por qué pienso lo que pienso?, ¿Son
estos mis pensamientos?. Cuestionarse a uno mismo y sus propios pensamientos es
el mejor método para conocerse mejor y profundizar sobre uno mismo.
Hallar el problema, tratarlo y solucionarlo son los pasos a
seguir, no a la inversa.
Estas acondicionado a tratar de curar síntomas y esto es
sencillamente imposible. Cuando a ti te duele la cabeza, el estómago o coges un
resfriado; tu primera reacción es tomar un medicamento para tratar esa molestia
o mejor dicho, encubrirla.
Lo último que el ser humano hace es enfocarse en la causa de
ese dolor. ¿Sera que comí mucho?, ¿Ando muy tenso? o ¿Mis hábitos alimenticios
me perjudican?. Busca la solución sencilla y rápida y lo único que logra con
esto es tapar el problema y siempre ignorar su verdadera causa. Pone en riesgo
su salud al no cuidarla y luego busca una solución rápida y no duradera.
Estos malos hábitos solo perjudican a la formación de una
persona, acostumbrándole a ser de la misma manera en otros ámbitos de la vida.
Buscando soluciones rápidas a tratar los síntomas de su vida y nunca atacar el
problema principal. Y esta es una de las razones importantes del porque la vida
de la mayoría nunca suele mejorar. Pero, todo empieza por el cambio
de pensamientos respaldados por una identidad de creencias y moral propia
.
La gran mayoría de gente piensa en cosas tan banales como el
sexo, televisión, videojuegos e incluso la vida personal de iconos famosos. Lo
digo porque eso es lo que yo pensaba. Durante el trabajo pasaba pensando en la
hora de llegar a casa, prender mi ordenador y jugar mi videojuego favorito.
Estas formas de entretenimiento y satisfacción no duradera nos ha acondicionado
a limitar nuestros pensamientos y conformarnos con esto. Si logramos dominar
esta adicción a los pensamientos vanos podremos entonces limpiar nuestro ‘disco
duro’ y empezar a sembrar nuevos pensamientos, o como popularmente se dice;
hacer un borrón y cuenta nueva.
De esta forma emplearemos una energía nueva enfocándonos en
pensamientos nuevos de prosperidad, amor, amistad, solidaridad que crearan y se
manifestaran en nuestra vida para cambiarla según como nosotros mismos la
queramos crear. El poder
de la mente es
infinito, lo que puedes pensar, imaginar o soñar es muy posible.
Como dijo Napoleón Hill en su libro “Piense y Hágase Rico”,
“Lo que la mente del hombre puede concebir y creer, es lo que la mente del
hombre puede lograr”.
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