Lectura: Alimento Intelectual

La lectura no solo ayuda como distracción o para mantener la mente ocupada. Con el transcurrir de los años es necesario no dejar la costumbre de leer.

Es importante dedicar parte de nuestro tiempo a leer un buen texto de investigación o un libro, ya sea una novela o textos investigativos. La lectura al ser humanos lo hace reflexionar, entender conceptos abstractos y conocer más sobre otras realidades.

Las personas se ajustan a diferentes tipos de lectura: la silenciosa o la oral. La silenciosa apela a la imaginación pues ayuda a crear imágenes en la mente o algún suceso, mientras que la oral contribuye a mejorar la dicción y ortografía.

Para realizar una buena lectura es necesario sentirse relajado y encontrarse en un ambiente que permita la concentración. “No solo a los niños y jóvenes la lectura les resulta provechosa, también a los adultos mayores. A ellos  les trae muchos beneficios para su salud; previene el deterioro cognitivo, cuida la comprensión de las ideas y la memoria, además les entrega nuevos estímulos gracias a la imaginación fomentada por las historias”, dice la maestra de educación primaria Hellen Galarza.

Para los niños es recomendable libros con letras grandes y de poca extensión para que sea cómoda. Sylvia Poveda, periodista y máster en Escritura Creativa, considera que la riqueza de la lectura está en la apertura que nos da para explotar en nuestra imaginación. “Cuando  realizamos lecturas se van creando imágenes progresivas en nuestra mente. 

Cada persona tiene una lectura diferente de un mismo texto, esto crea un vínculo entre el lector y la historia que se lee”. Ahora están de moda las novelas para los jóvenes. Estas involucran -en su mayoría- temas románticos. Esta es una gran oportunidad para la lectura de ganarse un espacio más importante en la mente de los jóvenes y la de las nuevas generaciones.

Lorena Baldeón, estudiante de Periodismo de la Universidad de Guayaquil, considera que este buen hábito nunca debe perderse. “Existen grandes beneficios con la lectura. Se enriquece la escritura, la concordancia y la ortografía. También aporta a mejorar nuestra dicción y ampliar el vocabulario.

Desde temprana edad es necesario enseñarles el hábito de la lectura. 

Con ello aumenta el acervo cultural de cada ser humano. La lectura permite a los niños ampliar sus conocimientos”. 

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