sábado, 5 de mayo de 2018

Imperturbables


Existen distintas características del carácter que definen el modo de ser de una persona. El modo de ser de una persona no se describe, únicamente, por un rasgo en concreto sino por la suma de varias cualidades. Un rasgo habitual de aquellas personas que tienen una gran fortaleza emocional es que son imperturbables, es decir, pueden permanecer inalterables a nivel anímico ante un estímulo externo.

Una persona imperturbable es aquella que tiene un gran control sobre su estado de ánimo y sus sentimientos potenciando el valor de la fortaleza como muestra el estoicismo. Desde el punto de vista de las relaciones personales, aquellas personas que tienen un modo de ser de estas características pueden mostrarse distantes en ciertos momentos al parecer frías.
Sin embargo, no se trata de que las personas que son imperturbables no sientan como las demás sino que sus manifestaciones externas ante un dolor determinado o una emoción intensa, es distinta.

Desde un punto de vista positivo, una persona imperturbable es aquella que tiene una gran inteligencia emocional para resistir una situación de tensión manteniendo la tranquilidad de ánimo. Por ejemplo, tienen una claridad mental importante para tomar decisiones al trabajar bajo presión ya que no se dejan desbordar por la emoción.

Una persona imperturbable es aquella que no pierde la tranquilidad en situaciones en las que otras sí pierden dicha serenidad. Una de las virtudes de una persona que se muestra imperturbable es la paciencia y la capacidad de observación
En ocasiones, las personas que permanecen inalterables ante ciertas situaciones pueden aparentar cierta indiferencia. Sin embargo, que a nivel externo no muestren signos de intranquilidad no debe confundirse con que a nivel interno, no exista una respuesta del sujeto por parte de ese estímulo externo.

Cada ser humano es único e irrepetible. Existen distintas formas de reaccionar ante una misma situación externa. Existen personas que ante una situación determinada sienten una gran inquietud interior mientras que otras logran mantener la serenidad la tranquilidad anímica. Desde este punto de vista, no es posible establecer conclusiones generales y universales sobre el comportamiento humano ya que cada ser humano es diferente. 


Pero además, aquello que una persona muestra a nivel externo no siempre es reflejo de su modo de sentir interno.


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