sábado, 5 de agosto de 2017

Asistencia Social


Asistencia es un concepto con múltiples usos. En este caso, nos interesa destacar su acepción como una ayuda, un soporte o un auxilio que se le brinda a quien lo necesita.

Por su parte, es un adjetivo que refiere a lo vinculado con la sociedad. Este último término (sociedad), por otro lado, hace mención al conjunto de personas que comparten una cultura y otros rasgos y que interactúan en el seno de una comunidad.

La noción de asistencia social, por lo tanto, está asociada a un servicio que se presta para solucionar problemas de diversa índole y mejorar las condiciones de vida de las personas.

El objetivo de la asistencia social es que todos los integrantes de una sociedad gocen de los mismos derechos y oportunidades. Como en toda comunidad existen desigualdades, la asistencia social está dirigida a los más desfavorecidos. Su trabajo se orienta a que todos los individuos puedan satisfacer sus necesidades básicas.

Lo habitual es que la asistencia social se desarrolle a través de instituciones del Estado o de organizaciones no gubernamentales (ONG). Las prestaciones englobadas en el concepto pueden ser muy variadas e incluir desde apoyo educativo hasta la facilitación de una vivienda, pasando por la entrega de alimentos o de remedios.

En ocasiones, es la propia persona que necesita ayuda quien se acerca a una entidad dedicada a la asistencia social y pide aquello que requiere. En otras oportunidades, las organizaciones de asistencia social se trasladan hacia el lugar específico donde se encuentra la gente con necesidades. Incluso la asistencia social puede desarrollarse de manera concentrada ante una catástrofe, como una inundación o un terremoto.

Dependiendo del país, el concepto de asistencia social presenta claras diferencias con el de seguro social, un régimen basado en la cotización de sus afiliados, ya que se trata de un régimen que se financia a partir del tributo de la población nacional. En los países escandinavos se encuentra un claro ejemplo de esto; allí, los habitantes de la tercera edad fueron los primeros en gozar de sus beneficios, que pronto alcanzaron a aquéllos que sufrían de alguna invalidez o enfermedad, y a los que no tenían empleo o vivienda.

A grandes rasgos, es posible encontrar las siguientes características en el servicio de asistencia social:

* las prestaciones que ofrece al pueblo se financian completamente por medio de las contribuciones de los habitantes, ya sea a nivel nacional o local;

* cuando una persona expresa su necesidad de recibir asistencia social (realizando los trámites pertinentes, que varían en cada país) el Estado tiene la obligación de brindarle el servicio, ya que éste tiene fuerza de ley y es un derecho legal de todos los ciudadanos;

* ante una solicitud por parte de un ciudadano, se evalúan diversas variables de su situación, como ser sus ingresos, sus recursos y pertenencias y el estado de necesidad de los servicios que está demandando;

* las prestaciones de asistencia social tienen el objetivo de incrementar los ingresos de quienes las reciben hasta el punto que se considera mínimo para llevar una vida sana y poder desarrollarse en la sociedad. Para dar con dicho valor se toman en cuenta el número de integrantes de la familia y obligaciones tales como el pago de un alquiler;

* no existe relación alguna entre las prestaciones de un beneficiario y sus ganancias anteriores ni con el nivel de vida que haya tenido, ya que se busca un equilibrio de oportunidades para todos;

* es posible ejercer un cierto grado de discreción a la hora de fijar el monto de las prestaciones, siempre respetando los límites que se desprenden de los derechos que reconoce la ley.



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