Se denomina trabajo en equipo a la mutua colaboración de
personas a fin de alcanzar la consecución de un resultado determinado. Desde
esta perspectiva, el trabajo en equipo puede hacer referencia a determinados
deportes, a la cooperación con fines económicos o sociales, a las iniciativas
que se toman en forma conjunta en el área de la política, etc.
Entonces, el trabajo en
equipo resulta ser fundamental en muchísimos ámbitos de la vida y su éxito
radica en saber sumar los talentos individuales. Un equipo funciona
satisfactoriamente cuando sus integrantes trabajan en la misma dirección,
cuando son capaces y cuando respetan los lineamientos que oportunamente se hayan
planteado. En la mayoría de los casos es importante contar con un líder
carismático que sea un modelo a imitar para el resto y que como tal sepa
conducir al equipo en su totalidad hacia el éxito. Un buen líder sabe motivar a
sus compañeros para que saquen lo mejor de ellos y así conseguir el fin ansiado.
En uno de los contextos donde se aprecia sobremanera la
predisposición de la persona al trabajo en equipo es en el laboral y esta
situación la podemos comprobar muy fácilmente al leer los avisos clasificados
de muchas ofertas laborales en las que precisamente una de las condiciones sine
quanom para aplicar a un puesto es que el aspirante disponga de capacidad para
trabajar en equipo y compartir sus habilidades para el desarrollo y éxito del
equipo de trabajo en el que se insertaría.
Por otra parte, el
trabajo en equipo guarda estrecha relación con la disposición natural del
hombre a su convivencia en sociedad.
Un elemento fundamental para que el trabajo cooperativo rinda sus frutos es la asignación de tareas específicas para cada uno de los integrantes del grupo humano en cuestión. Cada persona fue bendecida con talentos específicos y es lo lógico que se le atribuyan aquellas actividades en las que se pueda desenvolver con mayor soltura. Con un proceder contrario, los resultados serían de menor categoría, en la medida en que se estarían desaprovechando estas aptitudes, dejando que los miembros se ocupen de tareas que sobrepasan sus capacidades.
La coordinación es otro elemento de elevadísima importancia en la valoración del trabajo en equipo. Es necesario que las partes intervinientes colaboren mutuamente de modo tal que las aptitudes de cada cual sirvan al bien común. Así, los dones de cada uno tienden a suplir las carencias del otro, prevaleciendo lo bueno. Esta circunstancia puede y debe favorecerse dejando constancia explícita del modo en que debe llevarse a cabo la interacción.
Por su parte, el consenso, también es una condición que debe estar presente, es decir, en un equipo no habrá un único punto de vista sino varios con lo cual será importante establecer a partir del diálogo fluido y respetuoso.
Esta condición lo que implicará es que cada integrante del equipo deje de lado su ego y sea capaz entonces de aceptar que su opinión no solamente es valiosa sino que la de los demás también lo es y que existirán las diferencias de pensamientos y de opiniones acerca de cómo resolver los problemas.
El conocimiento de cada uno y la adaptación que llegará
con el correr del trabajo ayudará en este sentido por supuesto.
Más allá de las evaluaciones que pueden hacerse para alcanzar un trabajo en equipo destacado, lo cierto es que la labor siempre es más fructífera y gustosa cuando se vive en comunidad.
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