martes, 8 de mayo de 2018

Ética Y Tecnología


De modo muy parecido a lo que ocurrió con el teléfono y el telégrafo hace un siglo, la tecnología de la información está transformando actualmente la velocidad y las maneras en que la gente se comunica entre sí. En principio, con una pequeña cantidad de equipo cualquiera puede comunicarse con otra persona del planeta en cualquier momento. En el sector alimentario y agrícola, la información moderna y las tecnologías de la comunicación encierran un enorme potencial para compartir amplia y rápidamente los conocimientos en todas las fases de la cadena alimentaria. 

Por ejemplo, permiten la agricultura de precisión: un cultivo guiado por una información ecológica detallada que reduzca al mínimo el empleo de agua, de productos agroquímicos y de mano de obra. 

Cuando todo ello se combina con las nanotecnologías que están apareciendo (y que permiten la manipulación y la fabricación a nivel molecular), la informática puede hacer posibles también enormes incrementos de la producción.

Sin embargo, el acceso a las nuevas tecnologías de la información es muy desigual. Incluso en los países industrializados, los pobres carecen de acceso a los nuevos medios. En gran parte del mundo en desarrollo sólo unos pocos pueden permitirse el teléfono, y únicamente un reducido grupo selecto puede acceder a las nuevas tecnologías. 

Además, al igual que la informática puede acelerar una comunicación constructiva de orden político, comercial y familiar, puede también hacerlo con fines destructivos. Por lo general, estas nuevas tecnologías permiten inmiscuirse en las vidas privadas de los ciudadanos en formas que nunca habían sido posibles hasta ahora.

Cada uno de los puntos que se han comentado brevemente hasta aquí plantea profundas cuestiones éticas que la FAO habrá de afrontar en las actividades que le están encomendadas por su mandato. 

Los aspectos topados están inseparablemente relacionados entre sí. La urbanización y la agricultura industrializada han intensificado masivamente el comercio mundial, han multiplicado la riqueza material total del mundo y su prosperidad, han ampliado considerablemente el ámbito de la alimentación humana, han reducido su costo y aumentado la abundancia de los cereales básicos, variando el valor dentro del sistema alimentario y agrícola, que se ha desplazado del campo a los sectores de los insumos y de las actividades posteriores a la recolección. 

Ahora bien, al mismo tiempo estas transformaciones han planteado nuevos problemas, que son a la vez materiales y éticos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario