La discriminación consiste en tratar a una persona,
grupo o institución de manera diferente y perjudicial. Existen diferentes motivos
de discriminación que a continuación desarrollaremos y todos ellos son
igualmente injustos.
La discriminación no es algo nuevo, durante toda la historia
de la humanidad siempre se ha
discriminado a otros individuos por
cuestión de sus recursos, sus orígenes o inteligencia, e incluso a pueblos
enteros por sus ideas diferentes en cuanto a la religión o la política.
Las sociedades, sobre todo las sociedades occidentales, han
evolucionado a lo largo de los años de un modo muy positivo, hasta hacer
desaparecer estas formas de discriminación
social, pero muchas de
ellas siguen estando muy presentes.
Discriminación individual frente a discriminación colectiva
y discriminación institucional
Entendemos por discriminación
individual aquella que se
produce entre un individuo y otro. Es decir, cuando una persona trata de
manera distinta y negativa a otra persona sin
que exista una razón contextual diferenciada.
La discriminación se enfrenta a la discriminación colectiva, que ocurre cuando se da un trato diferenciado de un
grupo a otro, negativo e inferior por las mismas razones. La discriminación
colectiva la sufren los colectivos LGTB por ejemplo, y se da en casos de
discriminación racial, como en EEUU durante los años 60 o las presiones que
sufren aquellas personas que profesan ciertas religiones en países islamistas.
Discriminación estructural
Hace referencia a la discriminación que surge de políticas
institucionales. En estos casos,
algunos supuestos favorecen de
manera directa o indirecta a algunos individuos y perjudican a otros.
Aunque las políticas de las instituciones deben ser justas para todos, esto no
es siempre así.
Una variante de esta discriminación estructural es la discriminación positiva, que busca el efecto
contrario, promocionar a
ciertos colectivos que socialmente son más desfavorecidos y de ese modo obtienen una
representación más igualitaria y equitativa. Las mujeres en algunos supuestos,
las minorías raciales o las personas con discapacidades están sujetos en
ocasiones a estos casos de discriminación positiva.
En la discriminación
negativa ocurre lo
contrario. La persona que es víctima de la discriminación es tratada de manera
discriminada y perjudicial. Las personas con discapacidades la sufren a menudo
a través de las barreras arquitectónicas, los límites en las infraestructuras
que les impiden realizar su actividad diaria del mismo modo que las personas
sin esas discapacidades.
Discriminación directa e indirecta
La discriminación
directa es el tipo de
discriminación más fácil de detectar. Ocurre cuando una persona sufre un trato
injusto de otra persona debido a sus características. Algunos ejemplos muy
habituales es cuando no se acepta a una mujer en un empleo por el hecho de ser
mujer o cuando se margina a las personas por su condición sexual.
La discriminación directa es diferente a la discriminación indirecta, que es una forma de discriminación
menos visible. Esta forma de
discriminación en ocasiones pasa
desapercibida, pero sigue siendo
muy común. Los llamados micromachismos, comportamientos sexistas que atacan a
la mujer de manera sutil y que no es tan fácil de ver pero que en realidad
siguen siendo ofensivas para ciertos colectivos.
Racismo o xenofobia
Es una de las formas de discriminación más conocidas. Es la discriminación en función
de la raza o la etnia a la que la persona pertenece. Ocurre cuando un individuo
o un grupo tratan con interioridad a otra persona o personas de otra raza u
otro origen. En la actualidad es patente la discriminación
hacia los refugiados y en ello se basa
el ascenso que están viviendo
muchas fuerzas xenófobas en
Europa o la victoria de Trump en EEUU.
Sexismo
Es otra de las formas de discriminación más conocidas, la persona que la práctica
infravalora a las personas del sexo opuesto. Las
formas de discriminación sexista se manifiestan gracias al sistema
heteropatriarcal, que establece que las mujeres están en una posición inferior
respecto al hombre únicamente por el hecho de ser mujeres.
Discriminación sexual
La discriminación sexual es aquella que sufren todas aquellas
personas que presentan orientación o identidad sexual diferente. Los colectivos LGTB llevan
décadas peleando por derribar estas barreras y estas formas de discriminación.
Discriminación por edad
Ocurre cuando el
motivo de discriminación es la edad. Suele
llevarse a cabo, sobre todo, en los aspectos laborales, en los que se considera
que la edad idónea para trabajar es aquella comprendida entre los 25 y los 45
años.
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