domingo, 2 de junio de 2019

El Todo Y La Nada

Filosofía
El Todo Y La Nada
El coloquio estuvo integrado, acorde lo anticipado, por el Dr Ezequiel Achilli (dueño de casa y anfitrión), el Dr Gustavo Duek, el Lic Marcelo Ferrari y quién escribe. La idea era filosofar, y tal como estaba previsto, "fue". Todos teníamos muchas ganas de hablar, exponer la buena memoria que tenemos, hacernos íconos de nosotros mismos, perpetuar nuestro "yo soy". Así fue como, en tan amena velada, el tiempo "se pasó volando". Pero aprendí mucho, sobre todo de cuestiones acerca del "ser", y esa era la misión.

No debería resultarnos extraño, que, el ser en cuanto ser político y social, dogmatice sus saberes en torno a un conjunto de guías y métodos -sospechosamente necesarios -, los cuales salen expelidos en formato de "propia opinión y creencia", cada vez que se nos interroga sobre algo.

Las ideas en cambio, reclaman autenticidad, originalidad, libertad, un independiente vagabundeo que las aleje del corpus urbanizado por la cultura. Naturalmente los hombres, todos, suelen pergeñar al cabo de sus vidas, ideas propias y novedosas, que son rápidamente ajusticiadas por la sociedad. Las nuevas ideas, es decir las ideas de plano y de bulto, tienen una exigua expectativa de vida, so exigen de un enorme sacrificio y férrea voluntad para que se perpetúen públicamente. 

En síntesis, nuestro problema no es el poder concebir ideas, ya que, eso representa nuestra naturaleza, sino el de que, podamos hacerlas sobrevivir cuando se las intenta dar a conocer.

Filosofar nos exige de correspondencia, reciprocidad para con lo que no sabemos. Filosofar es entrar en los territorios de la "nada", trasvasar los límites del mero empirismo y dogmacentrismo. Matar al hombre, y darle espacio al ser, profanar la muerte. La curiosidad es una enfermedad que, solo se cura con la eternidad y trascendencia en el aplazamiento

¿Por qué la música tiene ese divino don de transportarme a las afueras de mi yo, elevándome por las alturas, perdiendo todo contacto con la entidad de mi materia, mis miserias, siendo en ese instante, parte de la inmensidad, del reino de los misterios, de la mitológica esencia?. 

Ese alejamiento, baja mis defensas, me expone, me convierte en sórdido Tamerlán de la vulnerabilidad cognitiva. Es el momento de mayor fertilidad para las ideas. Pero esa distancia, aunque ínfima, nos atemoriza, nos devuelve inmediatamente a la dimensión que conozco, ese líquido donde puedo volver a respirar la vitalista superstición que emergió de mi propia creación.

Nuestro verdadero "existencialismo" se torna así, en un callejón sin salida aparente. 
La enorme mayoría de nosotros, ante la encerrona, echamos mano a los grandes filósofos del pasado. Todo lo pasado es "mejor". No hay pases libres a nuestra gnosis; nuestra cultura no es algo gratuito donde cualquiera pueda  ingresar.

Nuestro compendio enciclopédico es nítidamente aristocrático, el abolengo y los títulos nobiliarios son la única credencial permitida. La casa se reserva el derecho de admisión. Los iracundos mortales pedestres, estamos inhibidos de participar. Somos demasiados próximos como para ser escuchados, tomados en serio. Necesito terapia, urgente. Mi yo no convence a mi otredad, no resulta confiable. Y esa disputa inmanente e interior, requiere de un lazarillo por fuera de mí.

Entonces, si lo que buscan es el conocimiento "envasado", en internet pueden deleitarse con las segundas marcas y blísteres genéricos. El dogmatismo tiene buenas murallas. De hecho, nunca más a salvo los intelectuales de wikipedia, para ellos su merced.

Según el vetusto, simplón y agonizante diccionario filosófico de Ferrater Mora: "La idea de la nada fue el desvelo de muchos pensadores, quizá desde el principio mismo de la filosofía. Y tal vez sea además, la pregunta por la cual muchos nos hemos interesado por vez primera en asuntos de índole filosófica. Varias ideas rondan el concepto de la nada."

"Entre los griegos -como común denominador -, puede observarse que, parecen haberse centrado en el problema del ser. En algunos casos, tomaron la nada como la negación del ser: lo que hay es el ser y solo cuando se lo niega, aparece la nada."

"Pensadores como Parménides, sostuvieron que sólo el ser es, y el no ser, no es. En diferente línea, se ha sostenido que de la nada no deviene nada, de manera tal que, afirmar tal cosa sería destruir la noción de causalidad y las cosas surgir por azar." 

"Platón procuró comprender cuál podría ser la función de una participación de la nada en la concepción de los entes que son." 

Artistóteles, sostuvo que "tanto la negación como la privación se dan dentro de afirmaciones, porque incluso del ‘no ser’ puede afirmarse que no es. Pero luego, la concepción cristiana instaló la idea de Dios creando el mundo a partir de la nada, lo cual transformó significativamente las bases de la especulación filosófica ejerciendo posterior influencia en la filosofía moderna."

Mientras que Kant, establecerá diferentes categorías de ‘nada’, será Hegel quien afirmará que "el ser y la nada son igualmente indeterminados porque la nada tiene la misma falta de determinación que el ser."

"Esta idea, parte de vaciar al ser de toda referencia tras el objetivo de alcanzar la pureza absoluta, así pues, purificado, el ser y la nada son lo mismo. La absoluta inmediatez del ser lo coloca en el mismo plano que su negación y solo en devenir podrá surgir un movimiento capaz de trascender la identificación de la tesis y la antítesis."

"Bergson señala que la metafísica siempre ha rechazado la duración y la existencia como fundamento del ser por considerarlos contingentes. Bergson, para resolver esta cuestión, argumenta que la idea de la nada es una pseudo-idea, porque en realidad no se la puede ni imaginar ni pensar."

"Ya que, el pensar únicamente suprime una parte del todo y no el todo mismo, es decir, suplanta un ser por otro ser. La representación de un objeto como inexistente incorpora la idea de exclusión. De ahí que, haya más o no menos la misma substancia en al idea de un objeto concebido como inexistente que, en la del objeto concebido como existente."

"Heidegger sugiere pensar el problema de ‘la nada’ desde un paradigma diferente: él no se pregunta por qué se afirma que hay una nada sino por qué no la hay."

"En realidad, lo que pretende observar Heidegger es que, la negación de un ente no es sino aquello mismo que hace posible la negación. Entonces, la nada es el ‘elemento’ sobre el cual se sostiene la existencia, y lo que lleva a descubrir el temple existencial de la angustia. Para los filósofos de la escuela analítica, esta concepción equivale a sostener una cierta redundancia, algo así como ‘la nada anonada’, lo cual podría interpretarse como la "lluvia llueve", y por lo tanto, la rechazan por considerarlas rebeldías inaceptables a las reglas sintácticas del lenguaje."

Para redondear este resumen de "enlatados", Sartre, por su parte, "acepta y corrige a Heidegger, sosteniendo que, el ser por el cual viene la nada al mundo debe ser su propia nada, porque solo la libertad radical del hombre, permite enunciar significativamente tales afirmaciones."

En síntesis, "para los existencialistas sartreanos, la consigna está en la impotencia lógica para resolver el problema de ‘la nada’, porque ésta solo aparece cuando alguien la enuncia, lo cual, es solo posible tras haber trascendido la nada."

Esta acá, el imprescindible y siempre pertinente resumen de la filosofía occidental estandarizada. No hace falta que lea mas. Con esto, ya puede lucirse ante sus amigos e interlocutores, cuanto menos salir airoso y con la ropa seca. Los que estudiaron filosofía, no son demasiado permeables a lo subyacente, a lo periférico, al marginalismo académico de moda.

Porque de acá en más, solo leerá mis pensamientos, quienes carecen de todo mecenazgo, excelsitud y cartel. Dese por advertido.
Supongamos que en estos momentos les preguntara ¿Qué les quedó de lo leído hasta ahora?, y alguno quizás me respondería -- "No me quedó nada". Frecuente era en los tiempos de estudiante escuchar ésta oración: "Estudié todo, pero no me quedó nada". ¿Qué es lo que decimos acá?, ¿Es esa nada literalmente nada, o posee otros significados?...

A su mejor amigo le interrogan ¿En qué quedó ese proyecto de poner tu propio restaurante?. Su amigo responde: -- No quedó en nada. Al concurrir a retirar los exámenes médicos de su madre, el galeno concluye: -- "Al final, no era nada".

Un día su novia los encara con gesto adusto y sentencia: -- "No siento nada por vos". O la otra espantosa oración de vuestra madre: -- "Ya no espero nada de ti". El elitista que suele refugiarse en la célebre "No tengo nada que ver con esa gente". Aquella famosa canción "Nada hará cambiar mi amor por ti".

¿Acaso alguien ha tenido problemas filosóficos para comprender cabalmente esas palabras, la noción semántica inequívoca de esa "nada"?.

¿Ahora entienden por qué la filosofía también se define como "un saber inútil"?

En matemáticas, la posición notarial del número cero no ofrece mayores desafíos, cero, significa "nada". Si afirmo, "tengo cero monedas", nadie se verá en la necesidad de hacer profundos análisis filosóficos. Es bastante claro el concepto.

Si digo "No sé nada de filosofía". Significa que, aún sin saber que per sé esa pregunta (originado en el tácito), es del tipo filosófica o no, la nada representa la ausencia de conocimiento. Pero esa nada no es una nada filosófica, ya que el conocimiento humano, la episteme, la ontología,  la teleología, las ciencias en general, tienen una consensuada solución para proveernos.

Basta que alguien o ustedes mismos lo decidan, esa nada en forma de desconocimiento, se extermina con la enseñanza o aprendizaje, dependiendo del ángulo de observación. A partir del saber, esa nada de extingue, deja de ser lo que era.


La curiosidad es el verdugo predilecto de la nada.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario