sábado, 1 de junio de 2019

La Justificación

Una justificación es un argumento que apoya o sustenta una idea. En otras palabras, es una forma de explicar algo que sirve como complemento o aclaración de una afirmación previa.

Si hago una afirmación es muy probable que mi interlocutor me pida una aclaración, es decir, una justificación de la misma. Cuando respondemos a las preguntas por qué, cómo o para qué estamos dando nuestra justificación sobre algo, es decir, algún tipo de razones o motivos relacionados con aquello que decimos.

En algunas ocasiones decimos cosas que no resultan aceptables para los demás y como respuesta se nos exige una explicación que sirva como justificación.

Todas nuestras afirmaciones tienen un grado de justificación. Así, si digo que tengo fe en el poder de los astros es muy probable que alguien me pregunte qué justifica dicha idea. Hay ideas que tienen una justificación lógica incuestionable (por ejemplo, aquellas que se basan en los silogismos lógicos). Podríamos afirmar que la opinión y la fe tienen una justificación "débil" y el uso de la razón presenta una justificación "fuerte".

Nuestra necesidad de justificar ideas o comportamientos es evidente. No obstante, nos encontramos con planteamientos o conductas injustificables, que son aquellas que parecen irracionales.

Si tengo que hacer una reclamación por escrito en relación con un servicio deficiente me veré obligado a exponer unos hechos y acompañarlos de una serie de razones que avalen mi petición. Algo similar sucede en el lenguaje jurídico (por ejemplo, una sentencia debe presentar una justificación legal).

Si un socio de una entidad quiere presentar un proyecto para mejorar algún aspecto económico u organizativo deberá igualmente realizar una justificación del proyecto (básicamente por qué se hace y para qué sirve). En la esfera del razonamiento filosófico, todas las afirmaciones van acompañadas de algún tipo de justificación (por ejemplo, la justificación filosófica de la idea de estado).

En la investigación científica
En el marco teórico de la investigación un científico debe argumentar los beneficios que se van a obtener y el uso que se le va a dar. Justificar una investigación supone responder a la pregunta "para qué sirve" (en este sentido un proyecto científico y un proyecto empresarial comparten la misma finalidad).

Sin embargo, en el contexto de la metodología científica, los teóricos de la ciencia se refieren a un concepto más complejo, la teoría de la justificación. Este planteamiento es de tipo epistemológico, que en palabras sencillas viene a decir que hemos de saber cómo conocemos algo para tener garantías de que se trata de algo verdadero. En primer lugar, la epistemología, estudia las razones lógicamente válidas. Por otra parte, esta disciplina estudia los métodos que se utilizan en la actividad científica (el método inductivo, el deductivo o el hipotético-deductivo).


El análisis de la justificación científica estudia todo el proceso intelectual por el cual creamos ideas (la generación de una hipótesis, su verificación, su contrastación y su confirmación definitiva). Hay que pensar que la ciencia es el intento de un conocimiento válido e irrefutable y, en consecuencia, necesita de un concepto claro de justificación. De lo contrario, se estarían utilizando argumentos y pruebas inconsistentes, que son los propios de las pseudociencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario