Lo difícil en una familia o en una empresa, es decir y contradecir las ideas sin molestarnos. Hay personas que cuando les dicen algo, y sus ideas son rechazadas, suelen tomar este rechazo a título personal. “Eso no debe ocurrir”, agregó la especialista.
Carmen Gonzáles citó algunos ejemplos de personas que cuando tienen al frente a un contrincante que piensa de manera distinta, cuya idea puede ser un absurdo con respecto a lo que él o ella planteó inicialmente, no significa que lo rechacen por lo que es sino porque quizás, en ese momento esa idea no es la que se esperaba.
Lo importante es que las cosas se digan con respeto. “Mi idea pueden tirarla al suelo, pero no a mí, yo tengo otras ideas buenas. Eso es saber controlar las emociones, y un factor importante en la familia y en el trabajo”, manifestó.
“Hablar fuerte y claro, no quiere decir hablar como a mí me da la gana, es respetar al otro y controlar mi emoción si el otro me contradice o no le gusta mi idea. Se trata de decir lo que pienso de forma directa y clara, sin la emoción".
Finalmente, recalcó que la emoción tiene que ver con la infancia. “Si alguna vez nuestros padres nos descalificaron, acabo indignada cuando no aceptan nuestras ideas.
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