El presente artículo presenta
la idea teórica relativa a que la sociedad moderna puede ser concebida como una
sociedad capitalista sin contradecir su caracterización como sociedad
funcionalmente diferenciada.
Propondremos para ello un
modelo analítico de una sociedad capitalista basado en tres componentes. El
primero de ellos refiere a estructuras y dinámicas intersistémicas mediadas por
el dinero, las cuales son específicas de las relaciones entre la economía
moderna y otros subsistemas sociales.
El segundo componente
identifica a los mercados como estructuras de gobernanza intrasistémicas que
poseen dinámicas peculiares, las cuales no pueden ser encontradas en otros
subsistemas de la sociedad moderna.
Ambos componentes están
íntimamente ligados: sólo debido a que los sucesos intrasistémicos de la
economía irradian profundas repercusiones intersistémicas hacia los otros
subsistemas sociales, es posible hablar de una sociedad capitalista producida
por una economía capitalista.
Estos dos componentes se encuentran acompañados
por un tercero: dado que vivimos en una sociedad capitalista, ésta moldea
nuestras acciones como un patrón cultural general de orientación y se
convierte, de esta manera, en una profecía autocumplida.
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