jueves, 6 de junio de 2019

Nuestro Horizonte


Se pueden construir nuevos horizontes  plenos de esperanza, pero recordemos y tengamos muy  en cuenta, que la autodestrucción, también se construye, no es acto involuntario y casual del cual estemos exentos de cierto grado de responsabilidad.

Éstos, los resultados, son los indicadores del rumbo que hemos tomado, de la órbita sobre la cual nos desplazamos y hacía donde nos dirigimos, cuando analicemos en profundidad nuestra hoja de ruta y la comparemos con las expectativas de desarrollo que nos hayamos formulado, el trazado de las coordenadas nos indicarán el punto exacto del grado de desarrollo humano  que hemos alcanzado.

De todos los seres vivos que habitamos este planeta, el hombre es el único que pareciera  que necesita orientación en cuanto a la razón, si es que la hubo, por la cual ha nacido, de dónde se cree que ha venido  y hacia dónde se dirige, la búsqueda de respuestas a estas incógnitas, han sido desde siempre  el mayor acicate a su intelecto y el punto de partida de todas sus especulaciones
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Lo cierto es que el hombre natural, el que se conduce por la vida inmerso en la vorágine de sus múltiples actividades, se comporta en cuánto a los valores éticos inherentes a su especie como si fuese un trashumante  de rumbo incierto que busca a tientas una senda, siguiendo un imperativo  de superación constante impulsado por aquellos que desde el fondo mismo de la historia le han ido transmitiendo de generación en generación sus impresiones.


Conócete a ti mismo, esta frase atribuida a Sócrates, resume en sí misma la síntesis de de todas las respuestas referentes a la analogía del hombre con el universo, todo lo que existe´, la historia de la creación y desarrollo de todas las inteligencias, puede concentrarse en el análisis de una simple gota de sangre humana.

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