Se pueden construir
nuevos horizontes plenos de esperanza, pero recordemos y tengamos muy
en cuenta, que la autodestrucción, también se construye, no es acto involuntario
y casual del cual estemos exentos de cierto grado de responsabilidad.
Éstos, los
resultados, son los indicadores del rumbo que hemos tomado, de la órbita sobre
la cual nos desplazamos y hacía donde nos dirigimos, cuando analicemos en
profundidad nuestra hoja de ruta y la comparemos con las expectativas de
desarrollo que nos hayamos formulado, el trazado de las coordenadas nos
indicarán el punto exacto del grado de desarrollo humano que hemos
alcanzado.
De todos los seres
vivos que habitamos este planeta, el hombre es el único que pareciera que
necesita orientación en cuanto a la razón, si es que la hubo, por la cual ha
nacido, de dónde se cree que ha venido y hacia dónde se dirige, la
búsqueda de respuestas a estas incógnitas, han sido desde siempre el
mayor acicate a su intelecto y el punto de partida de todas sus especulaciones
.
Lo cierto es que el
hombre natural, el que se conduce por la vida inmerso en la vorágine de sus
múltiples actividades, se comporta en cuánto a los valores éticos inherentes a
su especie como si fuese un trashumante de rumbo incierto que busca a
tientas una senda, siguiendo un imperativo de superación constante
impulsado por aquellos que desde el fondo mismo de la historia le han ido
transmitiendo de generación en generación sus impresiones.
Conócete a ti
mismo, esta frase atribuida a Sócrates, resume en sí misma la síntesis de de
todas las respuestas referentes a la analogía del hombre con el universo, todo
lo que existe´, la historia de la creación y desarrollo de todas las
inteligencias, puede concentrarse en el análisis de una simple gota de sangre
humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario