Es indudable que las actitudes personales definen nuestra vida. A su
vez, el mundo nos está influenciando constantemente para que tomemos diferentes
caminos que convenientes, o no tanto, y la gente que nos rodea es la que
tiene mayores posibilidades de ejercer una influencia directa en nuestras
acciones. ¿Cómo puedes medir el nivel de influencia de los demás en ti?
Si bien es importante conocer la opinión de ciertas personas porque
todos podemos enriquecernos mutuamente, que te preocupe demasiado lo que piensan
los demás puede ser contraproducente para tu vida diaria.
Un signo típico que demuestra lo mucho que te importa la opinión de los
demás es complacer a todo el mundo para agradarle. Sin
duda, esta es una fórmula para el fracaso…
Anteponer los deseos de otras personas a los tuyos los termina
beneficiando solo a ellos. No temas a provocar discordia con tus amigos.
Sorprendentemente, a la gente le gusta que otras personas tengan carácter y personalidad. Si
siempre te adaptas a los deseos de otros, nunca vas a conocer los propios y,
probablemente, alejes más gente de la que atraigas.
Aprovechar cualquier oportunidad para alardear de todas las cosas que
has realizado y hacer sentir a los otros menos importantes es signo inequívoco
de que te interesa que los demás sepan quién eres. Es posible que,
efectivamente, logres impresionarlos, pero no necesariamente de una forma
positiva.
La retroalimentación es buena si la tomas como una opinión y no un
juicio final.
Cuando las personas opinan acerca de ti, escúchalos y reflexiona sobre
los comentarios, si esto te sirve para mejorar en algún aspecto, pero no es
necesario que te tomes tan en serio esas opiniones, al punto que lleguen a
afectar tu carácter y modificar lo que realmente eres.
Si la actitud de los demás ejerce un peso demasiado grande sobre ti,
significa que tienes una personalidad muy débil e influenciable. Presta
atención a este punto, pues algunas personas pueden llegar a manipularte para
que reacciones como ellos quieren.
La gente que no sabe decir “no” a las demás personas también suelen ser
aquellas a quienes les importa mucho lo que otros digan. Aprender a
negarte de vez en cuando es fundamental, ayuda a que tengas firmeza en tus
ideas y decisiones y también evita que la gente intente abusar de ti.
Este último punto es el más importante, ya que este comportamiento puede
afectar todas las decisiones importantes que hagas en tu vida. Tus amigos
y familiares cercanos son las personas que más influencia van a tener en ti y
una buena parte de esa influencia no necesariamente siempre será lo mejor…
Si tus padres, amigos o quienes fueren, fijan una expectativa para ti y
no concuerda con lo que tú deseas, considera ignorar – respetuosamente – sus
sugerencias. Aunque siempre estamos influenciados por alguien, procura que
aquellos que te inspiran vayan en la misma línea que tú te planteas.
Por lo general, los mejores mentores están fuera de nuestro círculo
social cercano y te darán una opinión de tus metas con mayor imparcialidad.
Procura desarrollar tu personalidad y proyectarla con respeto sobre los
demás. Cuando hables con otras personas interésate en ellas y en sus opiniones,
pero ten en cuenta que no son más que eso: opiniones.
Para agradar a las personas no necesitas alardear, simplemente ser
sincero, con buen sentido del humor y con un carácter que proyecte seguridad y
confianza.
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