martes, 5 de mayo de 2020

El Errar Humano

El Concilio Vaticano II declaró lo siguiente acerca de la infalibilidad papal:


"La infalibilidad, sin embargo, con la que el divino redentor quiso dotar a su Iglesia al definir doctrinas pertenecientes a la fe y la moral, es co-extensiva con el depósito de revelación, que debe ser religiosamente guardado y lealmente y valientemente expuesto. 

El Pontífice Romano, cabeza del colegio de obispos, disfruta de esta infalibilidad en virtud de su oficio, cuando, como supremo pastor y maestro de todos los fieles -- quien confirma a sus hermanos en la fe (cf. Lk. 22:32) -- proclama en una decisión absoluta una doctrina perteneciente a la fe y la moral" (Vol. 1, p. 380).
"Creemos en la infalibilidad de la que disfruta el Sucesor de Pedro cuando habla ex cátedra como pastor y maestro de todos los fieles, infalibilidad de la cual disfruta además todo el Episcopado cuando ejerce con él el supremo magisterio" (Vol. 2, p. 392).

"Esta leal sumisión de la voluntad y del intelecto debe rendirse, en manera especial, a la auténtica autoridad para la enseñanza que tiene el Pontífice Romano, aun cuando él no hable ex cathedra de forma tal, de hecho, que su suprema autoridad magisterial sea reconocida con respeto, y que uno sinceramente se adhiera a las decisiones hechas por él en conformidad con su manifiesto pensamiento e intención..." (Vol. 1, p. 379).

Para el Católico Roman, declaración "ex cátedra" (En Latín: desde el estrado) son tan infalibles como la Biblia. Aunque son raras, las siguientes son tres aseveraciones "ex cátedra" o declaraciones "infalibles" del Catolicismo Romano, colocadas juntamente con la autoridad de la Biblia:

EX CÁTEDRA
"Hay sólo una Iglesia universal de los fieles, fuera de la cual nadie se puede salvar" (Popa Inocencio III, Cuarto Concilio Luterano, 1215.)
"Declaramos, decimos, definimos, y pronunciamos que es absolutamente necesario para la salvación de cada criatura humana sujetarse al Pontífice Romano" (Papa Bonifacio VIII, el Toro Unam Sanctam, 1302.)
"La Santa Iglesia Católica] firmemente cree, profesa y enseña que los que no están dentro de la Iglesia Católica, no sólo los Paganos, sino los Judíos, herejes y cismáticos, ninguno podrá tener vida eterna nunca, pero irán al fuego eterno 'preparado para el diablo, y sus ángeles' (Mt. xxv. 41), a menos que antes del fin de sus vidas hayan entrado a esta Iglesia; también que la unidad del cuerpo Eclesiástico es tal, que los Sacramentos de la Iglesia, Sacramentos se ofrecen sólo para aquellos pertenecientes a esta Iglesia, y que los ayunos, dar limosna, y otras obras de piedad que ocupan un lugar en el combate Cristiano, son sólo productivas para la recompensas eterna en ella; más aún, que nadie, no importa los dar limosna que haya hecho, aunque derramara su sangre por la causa de Cristo, podrá salvarse, a menos que habite en el seno y la unidad de la Iglesia Católica" (Mansi, Concilia, xxxi, 1739.) Pope Eugene IV (Popa Eugenio IV), The Bull (El Toro) Cantate Domino, 1441.

Creer en la infalibilidad papal es creer que SOLO los Católicos Romanos pueden salvarse, porque sólo ellos se someten al Papa. ¡Es, por lo tanto, imposible para un Católico informado, salvarse o permanecer salvo, si conoce las declaraciones Católico Romanas antes mencionadas y todavía continúa creyendo en la infalibilidad papal! 

Esto es así, porque la salvación se centra alrededor de la exclusiva confianza en la persona y obra redentora de Jesucristo y sólo en El. En otras palabras, el 100% de nuestra confianza para la salvación de nuestras almas DEBE depositarse sólo en Jesucristo, en lugar de confiar en una denominación o en la sumisión a ningún líder espiritual, ¡incluyendo al Papa! Ya que este es el mensaje Bíblico y las afirmaciones Católicas "ex cátedra" lo contradicen, entonces, ¡la creencia en la infalibilidad papal debe ser rechazada en aras de nuestra salvación! De hecho, las tres declaraciones ex cátedra antes citadas son claramente "otro evangelio" (Gal. 1:8,9).

A lo largo de las Escrituras, se nos advierte con frecuencia de los falsos profetas y falsos líderes espirituales (Mt. 7:15; 24:11; Rom. 16:18; 2 Cor. 11:13; Ef. 4:14; 1 Tim. 4:2; 2 Tim. 3:13; 4:3; Tit. 1:10, 2 Jn. 7; 1 Jn. 4:1; etc.). ¿Qué puede uno concluir, excepto que lo que todos esos Papas han dicho en cuanto a la salvación tiene que ser rotundamente rechazado, no sólo como un error, sino como un error mortal -- aún "condenable herejía" (2 Pe. 2:1)!


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