Es
imposible no tener malos días, y es bastante difícil sobreponerse a esos
momentos en los que faltan ganas para todo. Sin embargo,
siempre hay un par de cosas que podemos hacer para ayudarnos a salir el hueco
negro donde los vagos se quedan a vivir para siempre.
Hacer la cama todos los días
Esto suena sumamente simple y tonto, pero es letal. De
hecho, cuando una persona está en duelo o deprimida, muchos terapeutas
recomiendan intentar al menos hacer tu propia cama todos los días. La simple
acción de "lograr" algo así sea tan simple como dejar una cobija sin
arrugas sobre el sitio en el que duermes te da la sensación de que el día
inició. A mi personalmente me da un poco de energía, y ver la cama hecha y
bonita me borra la idea de la mente de que podría seguir durmiendo todo el
día.
Hidratarse
Más del 60% del cuerpo humano es agua, y todo el tiempo
perdemos el precioso líquido, aún cuando estamos simplemente sentados pensando
en la inmortalidad del cangrejo. Mientras dormimos en la noche pasan muchas
horas en las que no tomamos agua, al levantarnos es una excelente idea ir a por
un vasito.
La deshidratación leve es más común de lo que parece, si tienes los labios algo
rotos, sientes seca la garganta y hasta los ojos te pican un poco, bebe agua y
santo remedio.
Si bebes
poca agua vas a funcionar muy por debajo de tu potencial, y solucionarlo es
extremadamente fácil. Tu día puede mejorar un poco simplemente
con esto. Apuesto a que tanto leer sobre agua ya te dio sed, pero, se lo que
estás pensando, el café no cuenta, ni tampoco las bebidas esas que dan alas.
Las bebidas con cafeína y mucha azúcar por supuesto te van a poner alerta en
pocos minutos, pero no son lo mejor para tu salud, y no debes reemplazar el
agua con ellas.
Desayunar
En las primeras horas del día tanto tu cerebro como tu
hígado necesitan glucosa para funcionar bien. Ayunar es terrible para el cuerpo
y la mente, aunque sea algo ligero, intenta siempre comer algo. Y tomar solo
una taza de café con mucha leche y azúcar no cuenta, agrega
algo que puedas masticar y no sea 80% de azúcares refinados.
Establece una rutina
No se por qué hay tanta gente que odia las rutinas, las
rutinas son tus mejores amigas. ¿Por qué? pues porque todo tu organismo trabaja
bajo su propia rutina interna, el reloj biológico que tenemos trabaja a
horarios fijos y no le vienen bien los retrasos. Los ritmos circadianos hacen
que nos sintamos de una forma de día y de otra de noche, por algo cuando
confundimos a nuestro cuerpo viajando a países con otro huso horario terminamos
sufriendo los horrores del jetlag.
Tener una
rutina no te hace aburrido y predecible, te hace práctico y sano.
Hacer la cama todos los días, beber agua, comer un buen desayuno, son cosas
simples que muchos pasamos por alto por considerarlas poco relevantes, cuando
en realidad determinan en gran parte el resto de nuestro rendimiento durante
todo el día. Decir "no tengo tiempo para desayunar" equivale a rendir
menos en tu trabajo o estudios y terminar perdiendo mucho más tiempo.
Muévete
Si tienes un trabajo moderno en los que la gente pasa la
mayoría del tiempo sentado, es importante que te pares de
esa silla y estires las piernas un par de veces cada hora. Si crees que tu jefe
te vas a despedir al verte tomar un descanso de 5 minutos para no convertirte
en arcilla humana, deberías considerar cambiar de trabajo.
Descansar la vista, relajarte unos minutos, no pasar más de
una hora en la terrible posición destruye espaldas, etc., no te quita casi nada
de tiempo, pero de aporta mucho. No cuenta solo hacer 30 minutos de ejercicio
todos los días si igual pasas 6 horas seguidas sentado. Una cosa no elimina la
otra.
Planifica tiempo para entretenerte
La mayoría de la gente cree que lo único que hay que
planificar son las cosas del trabajo o la escuela, las bodas y los funerales.
Es importante tomarse una parte del día
para decidir qué hacer con nuestro tiempo libre, tal vez te
parezca contradictorio tratar el ocio como su fuese otra cosa en tu lista de
tareas, pero la verdad es que ayuda mucho.
Vivir en esta época en la que hay tanto entretenimiento
disponible al nuestro alcance puede hacer que nos sintamos abrumados con tantas
opciones. ¿Quién no pasa horas intentando elegir qué ver en la televisión y
menos tiempo viéndolo? Intenta siempre separar tiempo para relajarte, ya sea
paseando por un parque, saliendo a cenar, leyendo un libro, jugando
videojuegos, tejiendo una bufanda o lo que sea que te guste hacer. ¿Por qué
no ser productivo a la hora de entretenernos también?
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