lunes, 4 de junio de 2018

Objetivos Del Día


La productividad y la gestión del tiempo son dos temas que están presentes en la mente del emprendedor de forma constante.

Realizar todas las tareas del día, avanzar en los proyectos o entregar los trabajos en su fecha son actividades a las que nos enfrentamos cada día. Algo que aún se complica más cuando trabajas solo.

Resulta decepcionante llegar al final del día con la sensación de no haber hecho nada importante. No has parado: 3 reuniones, varios informes, mails,…, pero sabes que no has avanzado nada.

Existen diferentes herramientas y sistemas que gestionan nuestra productividad sobre los que ya hemos hablado en otros post, que puedes utilizar según necesites y adaptados a ti.

Vamos a comentar hoy otra estrategia basada en un enfoque distinto. No nos centraremos en todo lo que tenemos que hacer, sino en los objetivos que queremos conseguir. Una forma de priorizar lo importante.

Es posible que te encuentres más de un día con una larga lista de tareas y acciones que realizar. De sólo verla ya casi te bloqueas de la cantidad de cosas que tienes que hacer. Hay mucha gente que se paraliza con esto y no es capaz de empezar a actuar. Bien, cuando esto ocurra plantéate lo siguiente:

¿Cuál es tu objetivo principal del día?
Puede ser hacer un cliente nuevo, entregar un trabajo pendiente o contactar con dos nuevos colaboradores. Lo que quieras. Busca un resultado concreto que te hará avanzar en tu estrategia empresarial. Algo que realmente quieras haber conseguido ese día y que de alguna forma puedas medir para saber si lo has alcanzado (nº de, €, visitas,…). Además, su logro te aportará un beneficio concreto o alcanzar el siguiente paso en tu plan. Hay una razón de peso para lograrlo.

Imagina que tu objetivo es entregar hoy ese trabajo pendiente, ya que así podrás enviar la factura al cliente y cobrarla dentro del mes corriente. Buen motivo para acabarlo.

Ve a tu lista de tareas y señala todas aquellas que tienen que ver con éste objetivo. Añade otras si las necesitas. Estas son tus tareas preferentes para el día, lo primero que has de hacer, todas ellas. Una por una hasta que las termines.

El resto de tareas las realizas una vez terminadas éstas. Si algo ha de quedarse sin hacer, deben ser estas tareas de tu lista que no corresponden a tu objetivo.

Si crees que tienes tiempo, quizás quieras plantearte uno o dos objetivos más en el día, siempre que te comprometas a realizar durante tu jornada todas las tareas asociadas para acabarlos. De nada sirve plantearse objetivos que no vas a cumplir.

Cuando estás trabajando en un proyecto grande puedes marcarte objetivos diarios para ir avanzando. Recuerda que estos objetivos han de poder medirse para comprobar los resultados obtenidos al final del día y alcanzarlos te permitirá progresar en algún aspecto del proyecto global. Es decir, hay una buena razón para hacerlos.

Si tu compromiso ha sido firme durante el día y tus tareas o acciones relacionadas con el objetivo están hechas, al final de tu jornada podrás saborear la gratificante sensación que produce el logro del objetivo alcanzado.

Por muchas tareas que realices durante las horas laborables, habrás alcanzado tu meta. Te sentirás satisfecho/a por el trabajo realizado y por los resultados conseguidos. ¡Una estupenda forma de acabar el día! Y lo mejor, aumentará tu autoestima y la motivación para volver a conseguirlo al día siguiente.


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