sábado, 2 de febrero de 2019

Decisiones

La toma de decisiones es una capacidad puramente humana propia del poder de la razón unido al poder de la voluntad. Es decir, pensamiento y querer se unen en una sola dirección. El pensamiento es como la luz que aporta claridad al corazón y la voluntad guiada por esa luz persigue la elección correcta. La toma de decisiones muestra la libertad personal de cada ser humano que tiene el poder de decidir qué quiere hacer.

Proceso de reflexión, que no hay que apresar

Tomar una decisión es un proceso reflexivo que requiere de tiempo para valorar distintas opciones y también, las consecuencias de cada decisión. Con frecuencia, las personas se exigen demasiado a sí mismas cuando quieren tomar una decisión y aspiran a acertar en su elección cuando en realidad, en la vida, no importa el camino que tomes porque siempre vas a asumir riesgos.
Pero además, merece la pena recordar que no existe un único camino correcto. Por otra parte, también es aconsejable recordar que tomaste una decisión de acuerdo a tu madurez de aquel momento, por tanto, hiciste las cosas lo mejor que supiste.

Consultar la experiencia de otras personas

Todo ser humano tiene los recursos internos necesarios para tomar decisiones, sin embargo, las personas también tienden a buscar apoyo externo en la toma de una decisión importante. Por ejemplo, el consejo de un amigo, un proceso de coaching, la ayuda de un mentor...
Cada día tomamos decisiones en nuestra vida. Algunas son trascendentales y otras son muy rutinarias y cotidianas, sin embargo, todas ellas influyen de manera directa en nuestra felicidad porque en cada decisión nos acercamos o nos alejamos de nuestros objetivos. Este es un buen criterio a la hora de tomar una decisión: valora si ese paso te acerca o te aleja de tu objetivo.

Los padres deben dejar que sus hijos decidan por sí mismos, para que aprendan de sus propias experiencias

A la hora de tomar decisiones de una forma efectiva, la experiencia es un grado. Es decir, gracias a todas las vivencias acumuladas en el corazón, una persona puede tomar la elección correcta de una forma más efectiva. Los padres tienen una tendencia natural a la hora de proteger a su hijo de todos los peligros, sin embargo, pronto descubren que no pueden hacerlo y que tienen que dejar los hijos tomen sus propias decisiones por sí mismos y asuman el riesgo de equivocarse porque es así como se aprende.

La decisión más importante que un ser humano puede tomar en su vida es la de ser feliz. Iniciar este camino merece la pena.

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