Cuando amas a alguien quieres estar todo el tiempo a su
lado. Ya sea si se trata de amor de pareja, amor por tu familia o tu mejor
amigo, si tu corazón ha decidido amar y entregarse, te parecerá que no hay
mejor plan que estar cerca de la persona que escogiste. Bueno, tu corazón tiene
razón hasta cierto punto.
Estar cerca de quienes amamos enciende todos los procesos
motivacionales psicológicos asociados con el bienestar, la seguridad y el
placer; e incluso activa procesos fisiológicos que le hacen bien a tu cuerpo;
sin embargo, extrañar también tiene sus ventajas y puede incluso ser más
productivo y necesario que estar cerca del otro intensamente.
El tiempo que pasas lejos de tus seres queridos es tan
importante como el que pasas junto a ellos para construir una relación sólida y
basada en el amor y no en la dependencia. Cuando añoras la cercanía de tu ser
amado tu cerebro refuerza la idea que lo asocia a él con bienestar y seguridad.
Si te sientes vulnerable o ligeramente triste cuando no estás a su lado, es
buena señal; tu mente vincula automáticamente su presencia a un buen estímulo y
esto hace que el reencuentro sea mucho más grato y feliz que la simple
costumbre de verlo.
Cuando estamos lejos de alguien que queremos y alcanzamos a
generar en nuestro interior la sensación de extrañarlo, le permitimos a nuestro
cerebro llevar a cabo una función que le es natural: embellecer y perfeccionar
la idea del otro a través del recuerdo y buscar la forma de recuperarlo y
mantenerlo cerca. Así, se activan la motivación y el deseo sin que te des
cuenta.
En otras palabras, cuando estás lejos de quien amas todo tu
ser recuerda cuán importante es esa presencia en tu vida, permitiéndote
estrechar el vínculo que te une a esa persona.
Si bien tu mundo cobra sentido a partir de las relaciones
profundas de amor que estableces con tus allegados, y tu relación con ellos es
uno de los ejes que mantiene tu equilibrio emocional, estar solo es tan
importante como estar con ellos para tu bienestar psicológico.
Si solo concibes la felicidad cerca de otros, quiere decir
que eres una persona tremendamente emocional y empática, pero también que
corres el riesgo de co-depender de los demás. Tu mundo interior es un lugar
sagrado que debes cultivar para encontrar armonía. Cuando extrañas a otros
tienes la oportunidad de "llenar" el vacío que sientes por su
ausencia con tiempo de calidad para estar contigo mismo.
Cuando extrañas a tus seres amados estás fuera de tu zona de
confort; alcanzas a sentirte algo nostálgico, triste y tal vez fuera de lugar.
¡Fantástico! Esto quiere decir que hay todo un nuevo entorno retándote para que
te adaptes a él y desarrolles nuevas habilidades. Si no tienes cerca a quienes
siempre te dan confianza, respaldo y una respuesta confiable, es una
oportunidad para crecer, generar nuevos vínculos y explorar territorios
desconocidos. Esto te hace más fuerte emocional y mentalmente.
Extrañar no es sinónimo automático de tristeza y
desesperanza. Si en lugar de asumirlo de esta manera, comienzas a explotar
todas las ventajas que la distancia tiene, encontrarás no solo paz interior
para asumir el reto de estar lejos, sino también valiosas herramientas
psicológicas para crecer emocionalmente y estructurar relaciones más sanas,
sólidas y duraderas.
Ahora lo sabes, cuando no tengas a tus amores alrededor,
tienes múltiples oportunidades de crecer y hacer mejor tu relación con ellos,
¡aprovéchalas todas, extráñalos y regresa a sus brazos fortalecido y renovado!
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