martes, 5 de febrero de 2019

Cuando Eliges Ser Tú Mismo


En la vida hay muchos momentos en que tenemos la opción de ser nosotros mismos, pero nos dejamos vencer por el miedo. Todos deseamos ser excelentes, increíbles, llegar a lo más alto de nuestros sueños y expectativas… pero hay un miedo allí que nos frena. El miedo a ser diferentes, a no encajar, a ser rechazados. El miedo a que si de verdad somos nosotros mismos seremos rechazados, sintiéndonos entonces del todo vulnerables. 

La mayoría de veces ni tan solo nos lo cuestionamos, al fin y al cabo, es lo que hace todo el mundo, pensamos. Y sólo cuando llega una enfermedad grave o las puertas de la muerte, nos damos cuenta del tremendo error que ha sido no vivir desde nuestra genuina autenticidad. Todo por llevar una vida de cara a la galería.

Lo peor viene cuando descubrimos que sólo siendo nosotros mismos, sólo desde la más genuina autenticidad podemos comunicar algo y conectar de verdad con los demás. Sólo puedes comunicar aquello que eres. Lo demás es teatro, impostación, hipocresía…. y más tarde o más temprano se acaba descubriendo.

Hay dos maneras de vivir la vida y nosotros decidimos cuál de ellas escogemos. Podemos vivir una vida hacia el exterior, dando la imagen que creemos que tenemos que dar, aparentando lo que no somos (y recuerda, que de la única persona que no puedes escapar, es de ti mismo…), o podemos vivir desde quienes somos, con autenticidad y congruencia. Atrevernos a valorar cada momento de nuestra vida y no pasar de puntillas por ella.


Lo único que nos hace eternos son los recuerdos que dejamos en los demás, así que deberíamos intentar dar nuestra mejor versión cada día a aquellos que nos rodean porque sólo así, es como se llega al corazón ajeno

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