Derecho; del latín
directum es lo que está conforme a la regla y regula la conducta humana en la
sociedad.
Responsabilidad; el
cumplimiento de obligaciones y el tener cuidado al tomar decisiones o hacer
algo.
En la actualidad,
está de moda el término “derecho”. Lo vemos en todas partes cuando se habla de
temas como política, ética, religión, el ámbito profesional y la misma vida del
ser humano. La misma ONU se esfuerza día a día para promover los derechos
humanos: libertad, justicia y paz. La Iglesia habla sobre el derecho a la vida
y la familia. La ley habla sobre los derechos del trabajador. El periodismo
sobre el derecho a la libertad de expresión. En fin, derecho, derecho, derecho.
Pero, ¿dónde está la responsabilidad? Se puede creer que todo en la vida son
derechos, pero si estos no se complementan con responsabilidades, no se puede
lograr mucho.
El ser humano es un
ser social, por ende, debe buscar crear las óptimas condiciones para vivir en
comunidad. Cuando hablamos de la libertad, justicia y paz que promueve la ONU,
por ejemplo, se nos olvida que estos derechos vienen también con
responsabilidades. Si tenemos el derecho a la libertad, tenemos la
responsabilidad de usarla éticamente. Si tenemos el derecho a la justicia,
tenemos la responsabilidad de ser justos en nuestras acciones y con los demás.
Si tenemos al derecho a la paz, tenemos la responsabilidad de promoverla, y de
dejar de imponer nuestros ideales en la cabeza de los demás.
Nosotros, que
tenemos el derecho a la educación, tenemos la responsabilidad también de educar
a los demás, y no dejar que la sociedad sea regida por falacias, mentiras y amagues.
Un tema muy hablado
en los últimos meses, especialmente en México es el de la estructura de la
familia, y ha habido miles de opiniones diferentes, algunas tan extremas como insultos
y expresiones de odio. Sí, tenemos el derecho a expresarnos libremente, pero
también la responsabilidad de expresar la verdad, hablar con prudencia, y
escoger nuestras palabras bien.
Así como los trabajadores tienen el derecho de
protegerse por medio de la ley, y la responsabilidad de trabajar y dar
resultados; un ser humano tiene el derecho de tener una familia, y la
responsabilidad de formarla de la manera más funcional, bien estructurada, y
llena de amor posible. Hay familias en que un padre o una madre se fueron, o
lastimosamente murieron, o matrimonios sin hijos, así como huérfanos. Y aunque
se les llame “familias disfuncionales”, todos ellos tuvieron el derecho a una
estructura familiar tradicional en un principio.
Un “tal vez futuro
dirigente de los Estados Unidos” tiene el derecho de hablar lo que quiera, pero
la responsabilidad de respetar a pesar de todas las críticas que tenga bajo su
copete (algo que claramente no sabe hacer). Es también así como algunos
dirigentes de El Salvador que tienen el derecho de subirle los impuestos al
pueblo, tienen la responsabilidad de usarlos en obras realmente necesarias y
que beneficien a nadie más que al pueblo al que sirven. Al ex-presidente Funes
le han dado el derecho de su asilo en Nicaragua, pero eso no significa que debe
olvidarse de las responsabilidades que todavía tiene pendientes con El Salvador
y la justicia.
Como verán, es
simple. Somos muy buenos exigiendo derechos y más buenos todavía evitando
responsabilidades. Creo que esta idea puede aplicar a tantos temas, pero al
final todo se trata de acciones.
De hecho, al cumplir nuestras
responsabilidades, respetamos los derechos de los demás. Es un proceso
recíproco en el que tenemos que comenzar a participar si queremos crecer y
mejorar nuestra sociedad.
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